Siete Días

Día 4

Gracias al apoyo que me dio ayer Sugiura-Senpai me sentía animada y lista para iniciar este día, así que me desperté rápidamente, me aliste y fui a casa de Himawari pero... Ella no estaba. No mentiría si les dijera que quería arrojar a Himawari por un balcón después de eso, sin embargo supe contenerme y mejor me fui directo a la escuela, mientras caminaba me puse a planificar todo lo que debía hacer este día para hacer un avance en mi plan hasta que llegué al aula donde vi a una Himawari con un aire de tristeza que emanaba de ella, entonces decidí hablar con ella para ver si podía hacer algo

-Hima-Chan ¿qué te pasa? ¿por qué tienes esa cara?

-No es nada Sakurako, no te preocupes

-¿Segura? Porque si alguien más te está molestando yo me encargaré personalmente

-Que graciosa eres, gracias por preocuparte pero en serio, no pasa nada

-E-está bien, jejeje...

Claro que no estaba bien, ella tenía una sonrisa falsa muy evidente, era obvio que algo estaba lastimándola, aun así decidí no meterme más en la situación ya que podía llegar a estropear las cosas y me complicaría mi objetivo de evitar la partida de Himawari, así que me senté en mi puesto y empezamos las clases... Pero cada vez que observaba a Himawari, la veía triste, decaída, y eso me molestaba mucho, no solo por el hecho de ver sufrir a Himawari, sino que también me molestaba el hecho de que Himawari no confía tanto en mi como para revelarme sus problemas. Así pasaron las clases, con una Himawari desaparecida en sus problemas y pensamientos, y conmigo misma, Matándome en mis propios pensamientos e ideas de lo que podría estar pasándole a Himawari, por ello decidí hablar con Akari-Chan para que ella pudiera decirme que puedo hacer por ella

-Akari-Chan, ¿puedo preguntarte algo?

-Sakurako, ¿en qué puedo ayudarte?

Le expliqué entonces todo lo que pasaba entre Himawari y yo, a lo que Akari ya sabía la respuesta, o eso supuse debido a un gesto que hizo al final de la explicación que le hice a ella...

-Ya veo, entonces eso pasa (creo que será mejor no decir la verdad jeje)

-¿Qué puedo hacer? No me gusta para nada ver a Hima-Chan lastimada

-¿¡Hima-Chan!?

-¡Rayos! Perdona por eso, creo que ya me acostumbré a decirle así

-No importa, pero creo que deberías hacer que Himawari sienta que le importas y que harás hasta lo imposible para ayudarla, así Himawari abrirá su corazón y sus sentimientos hacia y tí , o por lo menos eso es lo que yo creo...

-Muy bien, entonces me esforzaré para hacer que Hima-Chan confíe en mi, ¡gracias Akari-Chan!

-De nada Sakurako, buena suerte (se ve que Sakurako es una buena amiga)

Entonces corrí hacia el salón del consejo estudiantil, pero Himawari ya se había ido a casa... Entonces sentí perfectamente como me llenaba de furia al ver como todo lo que estaba logrando se iba destrozando en pedazos poco a poco todo lo que había logrado y no pude evitar sentimental frustrada, triste e iracunda

-¿Con que este es el resultado de todo mi esfuerzo?

Eso fue lo último que dije mientras marchaba a mi casa, desahogándome con los muros del camino golpeandolos y mientras mi corazón se volvía cada vez más frágil y mas adolorido...

-Fin Del Cuarto Día-