10.

470 46 6
                                    

28 de Julio del 2019.
-Eres la peor hermana del mundo- gritó Mackenzie enojada. Eso le dolió a Madison.
-Solo quiero que seas perfecta- respondió su hermana.
-No, tú quieres que sea cómo tu- gritó de nuevo.
-Mackenzie no digas tonterías.
-Las tonterías las dices tu, no puedes venir a corregirme y a regañarme.
-¿Porqué no?- preguntó Madison.
-Porque no sabes cuanto me esfuerzo, no sabes cuanto batallo en complacer a la gente, siempre que me ven me comparan contigo, no sabes que se siente ser corregida millones de veces y que a la persona que baila a un lado de ti, todos le aplaudan, todos la admiren, la reconozcan, tu no sabes que es ser corregida, y por eso mismo no lo puedes hacer conmigo, al menos no de la manera que lo haces- le respondió enojada.
-Mackenzie,- comenzó y luego hizo una pausa, aquella niña la había dejado sin palabras-se muy bien que es que te corrijan, te juro que pase por eso muchas veces.
-No lo sabes, tú eres perfecta, todos lo dicen, desde siempre, sabes que mi oportunidad en la vida era seguir en dance moms, gracias a ti, a tu fama, a todos tus trabajos, perdí mi única oportunidad de seguir siendo reconocida, todo por ti, llevo 3 años sin hacer algo productivo, lo único que hago es verte actuar, verte ser la mejor- le respondió aún más enojada. Mackenzie en realidad tenía que decirle todo eso, estaba demasiado roja del enojo, se había guardado todo eso desde hace tiempo.
-Siempre tienes papeles donde trabajo, hemos hecho proyectos juntas- comenzó a decir Madison.
-No, haz hecho tus proyectos, sinceramente yo no sirvo aquí, yo soy la duff, pero de mi perfecta hermana- interrumpió Mackenzie.
-No digas eso, Mackenzie estás mal, haces muchas cosas importantes- respondió Maddie, intentando que se calmara tu hermana.
-Si lo digo, porque es la verdad, todo lo que hago lo hago porque sales tú, hasta mamá te quiere más, Abby te quería más, todos- después de decir eso, la pequeña salió del estudio C, asotando la puerta.
Madison se quedó sola. ¿Que iba a hacer? Esa pregunta rodeaba su mente. Se había dado cuenta que dos personas importantes la odian, incluida su hermana.
No tengo a nadie. Pensó. Esa sensación era horrible, solamente contaba con la confianza de Josh Hyland, el chico es demasiado bueno, pero no es suficiente.
Madison se sentó a pensar en la mitad del salón.
-¿Porqué?- susurraba continuamente. Sus deseos de ser perfecta se acababan, ya no quería opacar a las demás, no quería que se sintieran así. Pero no podía hacer nada para cambiar las cosas, Madison no iba a rechazar oportunidades. Pero tenía que hacer algo para que su hermana pensara diferente de ella. No podía rechazar oportunidades, pero podía conseguirlas, en fin, ¿quién rechaza a Madison Ziegler? Tenía que hacer deslumbrar a su hermana pequeña, pero para eso necesitaba de alguien, su madre.
Camino a casa Mackenzie no le dirigió la palabra ni a Madison ni a su mamá, después de la cena, subió a su cuarto y ahí se quedó.
-Mamá, ¿no hay nada de trabajos para Kenz?- preguntó entrando a su cuarto.
-Creo que hay algo, pero no e querido leer detenidamente- contestó levantando su vista del libro que leía. Se acomodó los lentes y enseguida preguntó -¿Porqué tanto interés? ¿Quieres darle un papel?-
-¿Puedo leer?- preguntó Madison cómo respuesta.
-Claro, te dejo los tuyos al principio- dijo su madre dándole los papeles.
Madison los tomó y se dirigió a su cuarto.
-Veamos- dijo en voz alta y comenzó a leer.
Hasta el fondo encontró papeles para Mackenzie, en unos la habían solicitado desde hace un año, otros más recientes, pero ninguno tan importante, así que decidió buscar papeles para ella.
Encontró un papel adecuado para comenzar a sobresalir más. La mejor amiga de la chica principal, en la información marcaba que salía la mayor parte del tiempo y era una chica simpática, eso era perfecto, ademas la filmarían en el tiempo que estaría desaparecida, así que no habría problema, decidió marcar al número que venía.
-Bueno- dijo la persona en la línea.
-¡Hola! Habla Maddie Ziegler, quiero informar que no podré hacer el papel que me ofrecieron, pero conozco a alguien adecuada para lo que me dicen- contestó Madison.
-¿Qué tal señorita Ziegler? Habla Daniela Ross ¿Quién nos podría ayudar?- preguntó la chica.
-Pensé que si me querían a mi, pero no podría actuar tal vez acepten a mi hermana- dijo segura. Sabía que nadie se negaría a aceptar a su hermana si ella lo pedía.
-Okay, ¿su hermana esta dispuesta a hacer el papel?
-Pero claro, hasta se emocionó cuando le dije que la sugeriría- mintió.
-Perfecto, su hermana esta contratada, la película se filmara a partir del primero de Noviembre, nosotros pagamos todo el viaje sólo nos tiene que dar su número para recordarle en Octubre que tiene que volar- le explicó Daniela.
-Apunte, 5573428946.
-Muchas gracias Madison, fue un gusto atenderle- exclamó la chica y Madison sonrió victoriosa.
Se dirigió al cuarto de Mackenzie y tocó la puerta.
La pequeña la abrió y al ver que era su hermana se enojó y asotó la puerta, o al menos eso intentó. Madison alcanzó a empujar la puerta con la mano lo que causó que la puerta no cerrara, y entró al cuarto.
-Pensé las cosas que me dijiste, y perdón- comenzó a decir. -Cómo dijiste que nunca habías hecho algo tu sola, a eso me refiero a algún trabajo sin que yo esté contigo, te conseguí un papel en esta película- dijo y le entregó los papeles con la información.
-Me diste un papel que era para ti, ¿Porqué?- dijo confundida mirando los papeles.
-Ya te dije, me siento culpable por todo lo que me dijiste, tienes mucha razón así que tenía que hacer algo por ti, además no estaré cuando la graben y se desperdiciaría la oportunidad- le respondió. Oh Dios. Lo dijo, dijo que no estaría.
-¿Tienes un proyecto en Noviembre? ¿Y quien me llevará si mamá va a estar contigo?- preguntó confundida, más que antes.
-Um no importa, además iré sola, mamá puede ir contigo o se puede quedar en casa, todo te lo pagarán ellos- dijo Madison, mintiendo.
La pequeña de ya 15 años sonrió y en unos segundos después se encontraba sobre su hermana abrazándola.
-Gracias Maddie, te debo una y perdón por lo que te dije- le susurró mientras seguía abrazándola.
-Pronto me la pagas, por eso no te preocupes- contestó Madison y su hermana rió.
-

Separadas por el bosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora