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Día 28- 31 de Octubre del 2019.

Las palabras de ese completo desconocido habían confundido completamente a la pequeña. ¿No decirle a Josh? ¿Por qué Mackenzie haría eso si la específica instrucción de su hermana fue SOLO CONFIAR EN JOSH? No entendía, no lograba entender, así se que quedó plasmada en ese momento.

-¿Quién eres?- esa fue la única oración que logró decir.

-No importa quién soy Mackenzie, tu hermana ya a estado aquí, ella me envió a decirte esto, ella sabía que tu estarías aquí.

-Pero Madison nunca te mencionó- dijo aún mas confundida.

-No tenemos tiempo, Josh se dará cuenta que no estas aquí, ten este teléfono, escóndelo, finge que todo esta bien, no dejes que te descubran, hazlo por ella mackliz- el le dio un teléfono barato y ella lo tomó. Ese nombre, Mackliz , hizo que Mackenzie le creyera, Madison una vez le dijo que si alguna emergencia ocurría ese sería el apodo con el que la llamaría Mackliz, y Maddie sería Madli.

-Soy Jack por cierto- eso fue lo ultimo que el chico misterioso le dijo a Mackenzie antes de irse.

La pequeña bajo los efectos de alcohol sentía que todo le daba vueltas, no lograba ver con claridad y pensar como ese Jack sabía el nombre de emergencia la mareaba cada vez más. Comenzó a tambalearse hasta que alguien la tomó por la espalda. Josh.

-Kenz, ¿todo bien?- preguntó el asustado de verla en ese estado. Mackenzie no lograba articular las palabras y eso no era efecto del alcohol, alguien la había drogado.

-Vamos, te llevaré a casa- le dijo al oído y puso el brazo de Mackenzie sobre su hombro para poder cargarla hasta la salida.

-Joshie, quiero vomitar- logró decir y el no respondió, pidió un taxi y se fueron hasta el departamento. Al llegar, Josh la llevó hasta el baño y Mackenzie comenzó a vomitar.
Pasó media hora para que la pequeña estuviera lista para dormir y Josh se quedó cuidándola hasta que ella se quedó dormida.
Ahora la pregunta es: ¿dónde dejó
Mackenzie el teléfono que Josh ni siquiera notó que ella lo tenía?

Día 29- 1 de Noviembre del 2019.

Mackenzie despertó y se sintió como si alguien la hubiera golpeado toda la noche. Recordaba todo, cómo llegó, cómo se fue, pero lo mas importante, recordaba a Jack.

La pequeña Mackenzie estaba atrapada en un gran dilema:
¿Tengo que confiar en Josh y decirle?
O ¿puedo confiar en Jack y debo ocultarlo?
Eso era todo lo que pasaba por su mente en ese instante, hablar o no hacerlo.
Eran las 9:00am y Mackenzie tenía que estar abajo para ir a grabar a las 10:00am.
Josh seguía dormido y ella decidió pararse de la cama y meterse a bañar.
Muchas cosas seguían en su mente, no sabia que hacer y lo peor era que la llamó Macklin y eso nadie lo sabía. Maddie no se lo dijo ni a Josh, ¿por qué contárselo a un desconocido? Okay, definitivamente "Jack" no era un simple desconocido, eso era lo único de lo que Mackenzie estaba segura. Antes de cualquier cosa ella tenía que hablar con él.
Primero necesitaba el teléfono.
¿Dónde dejé el teléfono?
Confundida, la pequeña comenzó a revisar todo el cuarto con la toalla cubriendo su cuerpo. Intentó ser lo más silenciosa que pudo, pero no lo logró.
-Mack, ¿qué haces?- preguntó Josh con su voz ronca de recién levantado, Mackenzie no pudo evitar pensar que sonaba sexy.
-Estoy buscando mis- hizo una pausa -mis aretes.
-Los traes puestos pequeña- le respondió Josh riendo. En seguida Mackenzie tocó sus orejas y si, traía aretes puestos.
-Que tonta- intentó reír con Josh, pero sólo logró una risa nerviosa -debí buscar ahí antes.
-Si pequeña, bueno, me iré a mi cuarto, es enfrente, si necesitas algo me dices, pasaré a buscarte a las 10 para bajar juntos.
-Perfecto Joshie- Sonrió.
Josh salió del departamento y Mackenzie  se arreglo para después continuar su búsqueda. Desesperadamente, abría y cerraba cajones, buscó bajo la cama, bajo los muebles y hasta debajo del tapete del baño.
-A ver, Josh no entró conmigo al baño, ahí debe de estar- se dijo a si misma.
Y volvió a buscar, abrió cajones, y de la nada por arte de magia recordó.
-Maddie ya dime donde escondiste el huevo de pascua- insistió Mackenzie, aún más pequeña de lo que era.
-Si te digo, ¿me dejas de molestar?- la más pequeña asintió rápidamente y su hermana le indicó que la siguiera.
Entraron al baño principal de la casa.
-Aquí lo escondí.
-Pero, ¿en que lugar?- preguntó curiosa.
-Detrás de aquí, entre la pared y el escusado existe un hueco, estaba claro que nadie iba a encontrarlo ahí- presumió Madison.
Y ahí estaba. En el hueco de la pared y el escusado, un pequeño teléfono estaba escondido.
Mackenzie sonrió victoriosa y lo tomó entre sus manos, rápidamente buscó los contactos y el único que existía estaba registrado como "J". Sin pensarlo, Mackenzie marcó a ese número.
-Llevo toda la mañana esperando- contestó enseguida, antes de que Mackenzie hablara.
-¿Me vas a explicar?
-Si- respondió seco.
-Maddie vino a Canadá contigo y tus padres y me conoció aquí, se encontraba sola y desesperada, haciendo llamadas y leyendo un diario en el parque, así que yo, al verla tan desesperada y tan linda me le acerqué. Aún recuerdo que cuando le toqué el hombro sus ojos azules se iluminaron al verme y segundos después tu hermana comenzó a llorar, sin pensarlo la abracé, parecía que llevábamos años conociéndonos pero en realidad fue un clic inmediato, me contó todo, todo lo que planeaba para ti, me contó que vendrías, me contó de Josh, me contó de cada detalle, sin conocerme confió en mí, y le agarré un cariño enorme Mackenzie, la quiero ver de nuevo- su discurso sonaba creíble, se llegaba a escuchar su respiración entrecortada a causa de el llanto.
-Y ¿qué tiene Josh?- dijo sin entender.
-Algo está planeando, desde que Maddie me contó todo hice mis propias investigaciones, no estoy seguro si planea algo bueno o malo, pero no confío en el y tu hermana tampoco confiaba el cien por ciento, me enamoré de Madison y haré todo por que ella esté bien, que ella pueda estar contigo y conmigo, pero necesito tu ayuda, necesito toda la información- se notaba que el estaba seguro de lo que decía.
-Okay- se limitó la pequeña a responder.
-Mackenzie, por favor no le cuentes esto a Josh, necesito que esto sea entre nosotros, créeme, Madison contaba conmigo, si no no me hubiera pedido que te llamara Mackliz- respondió.
-No le diré nada, estamos en contacto ¿okay? No me llames, yo lo haré, porque Josh se puede enterar- dijo la pequeña y colgó.
-¿De qué me puedo enterar Mack?- preguntó Josh entrando al cuarto.
Mackenzie quedó en blanco, lo único que pudo hacer fue guardar el teléfono.
N/A: hi friends! Les quería invitar a leer el otro capítulo de la chica nueva y también puse algo importante en mi blog y me encantaría que lo leyeran, por fin les dejo su cap los quiero.

Separadas por el bosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora