Escuchaba murmullos de las personas de mí alrededor, no sabía lo que me iban a hacer, de repente una persona entro.
-Hija que desobediente eres, a las niñas malas se les debe de castigar. –Decía mientras tomaba entre sus manos lo que se escuchaba como un fierro u otro objeto metálico.
Comenzó a golpearme fuertemente. Desde ahí supe que no era una alucinación mía.
-Golpéame todo lo que quieras, logré que aquellas personas salieran con vida, no insulté a mis compañeros cuando ellos hablaban mal de mí, nunca maldije a mis padres aunque me dieran la espalda, he vivido con esta enfermedad desde que tengo conciencia. ¿Crees que esto me va a doler? Tienes que superar todo el dolor que ya tuve para que esto pueda dolerme.
Al decir estas palabras sentí como si me hubiese liberado de algo, algo que me tenía atada de la realidad.
-Hija... Yo no quería hacer esto, yo te amo.
-Mamá, por favor suéltame, déjame darte un abrazo.
Esta persona no era mi madre, no sé qué es lo que quería, pero lo único que sabía era que yo podía sacar provecho de esto, para algo de bien.
La señora rápidamente me desató y le di un fuerte abrazo, yo sabía que ella lo necesitaba más que nada en la vida. Ella comenzó a llorar y yo seguía abrazándola hasta que un ruido nos separó.
-Rebeca Cardozo está usted detenida por secuestro.
-Hija, no dejes que me lleven por favor.
-Mamá, haz lo que te pidan, yo iré a visitarte, lo prometo.
Los policías sacaron a la señora de la celda donde me tenían.
-¡Selene! ¡Gracias a Dios estas bien!
-Doctora ¿Cómo supieron que estaba aquí?
-Después tendré tiempo de contártelo, eres una joven muy fuerte.
-No entiendo lo que he hecho, lo que dije es como si saliera de mi corazón.
-De eso no hay duda Sele, no hay duda...
#Narración de Alondra.
Me llamo Alondra, soy una de los rehenes que tuvieron la fortuna de ser rescatados por Selene, la persona que nos había raptado era Rebeca Cardozo, ella era madre de una joven la cual tenía una enfermedad mental heredada por ella. Un día la joven al estar dando un paseo por el parque, fue víctima de una bala perdida haciendo que muriera al instante. La señora Rebeca se sintió culpable de su muerte ya que su hija no estaba en condiciones de salir sola. Pasó el tiempo y un día al dar un paseo por el mismo parque donde sucedió la tragedia, pudo notar que yo tenía la edad que aproximadamente tenía su hija cuando falleció, yo estaba bajo el efecto de la droga, así que decidió ayudarme llevándome a un lugar seguro. Cuando volví en sí estaba en una celda cerrada, empecé a escuchar algunas voces al lado de mí y noté que había más personas que se encontraban encerradas al igual que yo en alguna celda, así que supuse que me encontraba en una cárcel abandonada del pueblo. La señora siempre le ordenaba a algunos hombres que nos dieran de comer a nosotros y dejaba un gran banquete. Pero ellos no le obedecían y se comían toda la comida y sólo nos daban los restos de comida que dejaban, algunas veces lograba escuchar los planes que aquellos hombres tenían para robarle a la señora Rebeca parte del dinero que ella tenía y elaboraron un plan: decidieron golpear a un rehén y de ahí todos se reunirían para atrapar a la señora y también nos matarían para vender nuestros órganos. A partir de que Selene cerró la celda donde se encontraban ellos con la señora Rebeca, arruinó sus planes y ya no servía de nada matar a la señora Rebeca, por lo tanto Selene nos salvó a todos. Cuando abrió nuestras celdas, fui rápidamente a dar parte a la policía de donde nos encontramos, ya que vi que volvieron a tomar a Selene y la metieron a ese lugar nuevamente. A partir desde ese momento me enteré de que Selene iba a visitar a la señora Rebeca y se había convertido en su "nueva hija".
Yo por mi parte decidí dejar las drogas y empezar una nueva vida. Hablé con mis padres y arreglé mis problemas con ellos, al ver a Selene y vivir un largo tiempo con aquellas persona con problemas verdaderos supe que la vida para muchos es muy dura y nosotros algunas veces sufrimos por cosas insignificantes.
Pasó el tiempo y al investigar de Selene me enteré que su enfermedad había avanzado tanto que no era consciente de lo que hacía. Es una lástima que no haya podido darle las gracias, ella salvó mi vida y a las demás personas.
FIN.
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Voces que nadie escucha.
Kurzgeschichten¿Que harías si escucharas voces que nadie puede escuchar? Probablemente digas que es un "Superpoder" pero no, se trata de una enfermedad que ha cobrado la vida a muchas personas, mientras tanto a otras les llaman "locas", esta enfermedad es la esqui...