imgina de blas

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Dani: Blas, ¿qué te pasa?Carlos: Se ha quedado mudo.Yo: Estoy bien.Álvaro: Estás raro.David: Sí, desde que hemos terminado el concierto estás muy raro.Yo: Qué pesados sois. No me pasa nada.Carlos: Vale, vale.Blas: Me voy fuera un rato, ¿vale? Ahora vuelvo.Álvaro: Está bien.Eran unos pesados, pero tenían razón. Desde que el concierto había terminado no había podido dejar de pensar en ella. No sabía su nombre ni nada de ella, era la primera vez que la veía, pero tenía seguro que había habido una conexión entre nosotros. Salí fuera del recinto a tomar un poco de aire y pensar un rato, cuando la vi. Estaba en una de las puertas con sus amigas, supongo que esperaban a que saliéramos para hacerse fotos con nosotros. Me acerqué a ellas y, cuando me vieron, sonrieron.Yo: Hola, chicas – sonreí.Chicas: Hola – dijeron, nerviosas.Yo: ¿Qué tal? ¿Bien? – las tres asintieron y yo reí -. Voy a llamar a los chicos, no os mováis de aquí, ¿vale? – volvieron a asentir.Entré otra vez en el recinto y fui a buscar a los chicos. Estaba un poco nervioso. Podría hablar con ella, pero no sabía cómo iba a hacerlo. Entré en la sala donde estaban los chicos y se quedaron mirándome.Yo: Chicos, hay cinco chicas abajo esperando a que salgamos para hacerse fotos con nosotros. ¿Vamos?Álvaro: ¡Claro! Vamos.Salieron todos menos Dani.Dani: Hermano, a mí no me la das.Yo: ¿De qué hablas, Dani?Dani: Una de esas chicas te ha gustado, ¿verdad?Yo: ¿Cómo?Dani: Que estoy seguro de que una de esas chicas ha llamado tu atención. ¿Me equivoco? – a él no podía mentirle.Yo: No, no te equivocas.Dani: ¿Qué esperas a salir y hablar con ella?Yo: Estoy nervioso, Dani.Dani: Va, te ayudaré.Yo: ¿De verdad?Dani: Pues claro.Bajamos con los demás y nos reunimos con las chicas. Se hicieron fotos con los cinco.Dani: ¡Eh, chicas! ¿Os apetece tomar algo con nosotros? Así os compensamos por el frío que habéis pasado.Álvaro: Me parece una buena idea. ¿Os apuntáis? – las chicas asintieron.Fuimos a un bar y nos pedimos unos refrescos. Dani lo hizo adrede y me hizo sentarme al lado de ella. Todos los demás hablaban y ella no decía nada.Yo: ¿Cómo te llamas?Ella: ________ (TN).Yo: Encantado, ________ (TN).TN: Igualmente - sonrió.Yo: ¿Te pasa algo?TN: No, ¿por qué?Yo: Como no dices nada.TN: No sé qué decir – se la veía muy nerviosa.Yo: Habla de lo que sea.TN: Vale – rió.Estuvimos un buen con aquellas chicas en el bar. ________ (TN) y yo no habíamos dejado de hablar en toda la noche. Cuando salimos de allí, nos despedimos de las chicas. Me acerqué a ________ (TN).Yo: ¿Te apetece quedar mañana?TN: ¡Claro! – sonrió.Yo: ¿Quedamos aquí?TN: Perfecto.Yo: Mañana nos vemos, entonces – ella asintió y yo le di un beso en la mejilla -. Hasta mañana.TN: Hasta mañana.Estuvimos viéndonos en el mismo sitio alrededor de dos semanas. Cada día nos conocíamos un poquito más y cada día me iba enamorando un poco más. Hasta que llegó el día en el que le dije todo lo que sentía por ella.Yo: ________ (TN), tengo que decirte algo.TN: Yo también tengo que decirte algo.Yo: Tú primero.TN: Está bien. Estoy enamorada.Yo: ¿De-de quién? – dije, nervioso.TN: De... ti – se sonrojó.Yo: Yo también estoy enamorado de ti – sonreí.TN: Blas, te quiero muchísimo. Estos días contigo han sido maravillosos y no los cambiaría por nada del mundo.Yo: Yo tampoco cambiaría estos días a tu lado por nada. Te quiero.TN: Yo también te quiero – me fui acercando a ella, hasta juntar nuestros labios en un bonito beso.Yo: ¿Quieres ser mi novia?TN: Claro que sí – la volví a besar.Yo: Y así fue cómo conocí a vuestra madre y empezó nuestra historia.Tu hija: Qué historia tan bonita, papá.Yo: ¿A qué sí?Tu hija: Sí – sonrió.Tu hijo: Y después de unos años, nacimos nosotros, ¿no?Yo: Así es. Pero esa historia os la contaré otro día, ahora a dormir.Tu hija: Buenas noches, papi.Yo: Buenas noches, princesa – le di un beso en la frente.Tu hijo: Buenas noches, papá.Yo: Buenas noches, campeón – le di otro beso en la frente -. Que descanséis.Les apagué la luz y salí de la habitación. Fuera me esperaba ella con una sonrisa en los labios.TN: Les encanta que les cuentes esa historia, ¿verdad?Yo: Sí – sonreí.TN: Son unos angelitos.Yo: Son nuestros angelitos.TN: Sí.Yo: Me voy a dormir. Estoy muy cansado del viaje y todo.TN: Descansa, mi amor – le di un corto beso en los labios y me fui a la habitación.Me estaba metiendo en la cama y apareció ella por la puerta con el pijama puesto y se acostó a mi lado.TN: Yo también estoy cansada – dijo.Yo: Ven – la abracé fuerte y se acurrucó en mi pecho.TN: Te he echado de menos.Yo: Y yo, princesa.TN: Buenas noches, mi vida – me miró.Yo: Buenas noches, amor – la miré y la besé dulcemente.Se acurrucó mejor y yo le empecé a acariciar la espalda. Poco después, los dos nos quedamos profundamente dormidos.

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