Clases de Economía. (Parte 1)

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Tener clase de Economía y funcionamiento de empresas a las 8 de la mañana era muerte y destrucción para todos mis compañeros y en especial para mí. No veía necesaria esa asignatura para nada. Pero siendo sinceros, yo no veía ninguna asignatura necesaria.

Como cada día, llegaba de las primeras para cogerme el único asiento individual de toda la clase. Me gustaba sentarme allí por varias razones. Podías ver lo que los otros hacían sin ser visto y con mucho disimulo podías estar con el móvil, que el profesor ni se enteraba.

-Buenos días, chicos. –El profesor Davis entró con la misma energía de cada día. Cincuentón, calvo y con sobrepeso, era uno de los mejores profesores que me hubieran podido tocar este año pero su asignatura era una mierda, así que eso le restaba puntos hacia su favor. –He dicho, buenos días chicos.

-Buenos días profesor Davis. – Todos dijeron con mala gana, normal.

-Eso está mejor. –Se dirigió hacia la pizarra y escribió en grande “EMPRESARIO” subrayando la palabra con la tiza blanca. – ¿Cuando  leéis esta palabra, qué se os viene a la mente?

Nadie contestó, era típico que nadie hablara. Nos limitábamos a mirarle mientras explicaba para que pensara que le prestábamos atención y algunos asentían con la cabeza fingiendo interés.

-Bueno, ya que veo que nadie está por la labor, he querido invitar a un conocido para que os explicara en términos generales esta asignatura. Él ha aceptado encantado así que por favor, escucharle. Os vendrá bien. Y portaos bien que siempre está muy ocupado y ha sabido sacar un hueco para nosotros.

Davis se apoyó al maro de la puerta hablando hacia alguien que mis ojos no podían ver. Le hizo un gesto con la mano para que pasara y entonces le vi.

-Tenemos el pacer de tener hoy aquí al famosísimo empresario James Parker. –James entró a la clase de una forma muy segura, animado y con ganas. –Os dejo con él toda la hora, a ver si así le cogéis algo más de interés a la asignatura. James, cuando quieras…

Esto no me estaba pasando. Seguramente esté en un sueño o ahora salga la cámara oculta. Pero ni una cosa ni la otra eran ciertas. Estaba allí, en mi aburrida clase de Economía, enfrente de James. Oh, perfecto.

Yo me agaché en mi asiento para que no viera lo roja que se encontraba mi cara. Observé con la cabeza gacha a mi clase en general. Marco y sus tan graciosos amigos (ironía pura y dura) se reían sin motivo alguno y las chicas… se comían a James con los ojos. Tendría que llamar a la limpiadora porque estaban babeando de una forma espectacular.

Pasó su mano por su cabello que hoy estaba tan bien peinado y se aclaró la garganta. Cogió una silla, la colocó al centro y se sentó.  Observaba a todos con gesto neutral hasta que su vista se colocó en mi rostro y pude apreciar una pequeña sonrisa.

-Como os ha dicho vuestro profesor soy James Parker. A los que no me conozcáis os explicaré un poco sobre que hago y a qué me dedico y los que ya me conocen… que escuchen y con eso suficiente. –Lo último lo dijo con un tono descarado, mirándome. –Soy empresario en el mundo de la música. Tengo la gran empresa de Parker S.C, probablemente os suene por los artistas que hemos patrocinado ya sean Lady Gaga y actualmente One Direction. –Un gran “wow” resonó en las paredes del aula.

Las chicas suspiraban por los huesos de James y a cada frase que decía ellas simplemente asentían con una gran sonrisa y jugueteaban con su pelo, parecían monos de feria las pobres.

James se levantó de la silla y empezó a caminar por el aula, con sus manos colocadas en su espalda.

-Mirad chicos, yo no he venido aquí para daros un discurso sobre lo bueno que es estudiar y blah blah blah. Que quede entre nosotros. –Se colocó un dedo en el centro de sus carnosos labios, como si lo que iba a contar fuera un secreto. —Yo cuando tenía vuestra edad también pensaba que Economía y Matemáticas eran una mierda, simplemente las odiaba. –Él sonrió para sí como si hubiera recordado algo gracioso y la clase en un momento estaba más atenta que antes. —Pero luego pensé que si las estudiaba acabaría triunfando, con un coche lleno de dinero y éxito por todos lados. ¿Y sabéis que?  Tenía razón y miradme ahora.

Lo imposible atrae (PRIMERA Y SEGUNDA VERSIÓN) l EDITANDO lDonde viven las historias. Descúbrelo ahora