Unos cuantos "te quiero" y batidos de fresa.

9K 157 12
                                    

En este capítulo he decidido escribirlo en tercera persona simplemente para conocer cómo se sienten tanto James como Anthea. 

Os doy las gracias por leer, votar y comentar la historia. Sabeis que agradezco cualquier tipo de consejo/idea. Y que cada dia somos más las que leemos esta historia.

¡AVISO! PUEDE QUE CAMBIE A LOS PROTAGONISTAS, SE ACEPTAN IDEAS. GRACIAS.

Ahora os dejo con mis chicos. <3

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Narrador omnisciente

Anthea no sabía cómo reaccionar ante esas palabras. Era demasiado pronto en menos de dos meses no podías querer a alguien. Era imposible para ella.

— ¿Qué pasa? —James se sobresaltó con el pequeño chillido de la muchacha. No sabía por qué había reaccionado así.

Anthea, de pie en frente de James, recapitulaba lo sucedido. Acababa de perder su virginidad, la trataron genial. Hasta le dijeron “te quiero”, pero Anth no estaba cómoda. Quería salir de esa habitación lo más rápido posible.

—Me tengo que ir— Señaló hacia un reloj digital que marcaba las 23:30—És tarde y seguramente mis padres me estén buscando.

Se vistió en tiempo récord, cogió sus cosas y se fue corriendo hacia la puerta de la entrada. Suspiró y sin mirar atrás, se fue.

Esperando el ascensor se dio cuenta de la tontería que había hecho. No entendía nada, no sabía por qué reaccionaba así pero no podía hacer otra cosa.

Quería romper a llorar, acurrucarse entre sus propios brazos y gritar con todas sus fuerzas.

— ¡Estúpido! —No podía más, gritó en medio de la calle. Algunas personas pasaron de largo, unos pocos pensaron que se trataba de alguien que estaba loca, otros la miraron incrédulos    — ¿Qué cojones estáis mirando? ¡Largo!

James tardó en asimilar lo que acababa de suceder. No entendía nada. Intentó alcanzar a la muchacha pero le fue imposible. ¿Qué pasaba?

Mientras se daba una ducha, no podía parar de pensar en qué podía haber dicho o que había dicho para molestarla de esa manera. Cuando acabó con la ducha necesitaba llamarlo. Tenía que hablar con su mejor amigo, quién mejor que él para darle consejos.

— ¿Chas? —Sólo oyó un como respuesta— Te quiero aquí, ya. Estoy en el hotel de siempre.

Sabía que Chas iría. Por más que James le hablara mal él siempre estaría ahí, para eso eran buenos amigos.

Unos pequeños golpes le despertaron de sus pensamientos.

—Has tardado.

—Anda James, no me jodas. Pero si estaba en el edificio de enfrente y tú me acabas de…

— ¡Basta! —Muchas veces James perdía los papeles con Chas, era cansino y no se callaba ni debajo del agua. Pero eran mejores amigos, hermanos. Así que le tocaba aguantar.

— ¿Qué pasa James? No estarás así por lo de esta mañana, verdad?

—No vuelvas a nombrar lo que ha pasado esta mañana. Además, ya ni me acordaba. Esoty así por una chica.

— ¡Mujeres! —Gritó el pequeño hombre — ¿Quién es? Sé que tienes muy buen gusto en mujeres pero a veces traes a cada bicho…

Le entraron ganas de matarlo ahí mismo para que se callara.

Lo imposible atrae (PRIMERA Y SEGUNDA VERSIÓN) l EDITANDO lDonde viven las historias. Descúbrelo ahora