Jungkook se cohibió ante la presencia ajena, pegando la espalda contra la pared al intentar alejarse. Se sentía extremadamente pequeño en comparación al otro híbrido a pesar de que con suerte pudiese detallar su silueta por su mala visión nocturna. No podía ver su rostro y eso le molestaba de cierta forma.
"¿Cómo te llamas?"
Tragó saliva, sintiendo su garganta seca y se relamió los labios con el objetivo de humedecerlos antes de poder responder.
"Jeon Jungkook...¿Y tú?"
El contrario no parecía mostrar señales de querer causarle daño, por lo que segundo a segundo relajó cada músculo de su cuerpo, dejando escapar el aire que hasta ahora no notó que estaba conteniendo.
"Kim Taehyung." Pronunció con voz rasposa y cansada. Le gustaría hablar más con su nuevo compañero, pero le agradaba más la idea de verse misterioso a los curiosos ojos contrarios. Además su parte animal le estaba exigiendo cerrase los ojos y se entregase a Morfeo, no tenía deseo alguno de desobedecer.
El pelinegro se mostró confundido y sorprendido, sin creer que se había dormido. ¿Tan aburrido era hablar con él como para dormirse? Abultó los labios, y decidió copiar su acción. No quería despertarse ojeroso mañana por culpa de la falta de sueño.
Se acomodó entre las sábanas, y tras darle un último vistazo al chico frente a él, susurró un "Buenas Noches", manteniendo los modales que sus padres le inculcaron desde pequeño.
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"Entonces...¿Tu compañero es Taehyung? ¿Kim Taehyung?" Jimin preguntó sin creérselo del todo, mientras se llevaba un par de papas fritas con salsa barbacoa a la boca.
"Eso dije." Respondió nuevamente el menor. Llevaba varios minutos repitiendo lo mismo y no comprendía qué era tan difícil de entender. ¿Era una celebridad o algo? Bufó exasperado, y tomó un par de papitas del recipiente de su amigo, sonriendo con inocencia ante la depredadora mirada de Jimin por haberle quitado parte de su comida.
"Como sea. Es un patán de primera, no te relaciones con él." Asintió obediente, volteando la cabeza en dirección a la ventana y observando quiénes pasaban frente a la cafetería en la que se encontraban. Ciertamente, Jungkook no logró apreciar que Taehyung fuese mala persona, pero su amigo ya llevaba más años que él aquí y acataría las advertencias que le diera.
Dejó salir un suspiro que no pasó desapercibido por Jimin, quien se llevó los dedos a los labios, chupándolos uno a uno para quitar cualquier rastro de la salsa que había en las papas y después limpiándolos con una servilleta de papel. Llevó tanto el recipiente como las servilletas que usó hasta la basura y le dio una pequeña palmada en la espalda a Jungkook para lograr llamar su atención una vez que volvió a su lado.
"Ya vayámonos, tenemos clases de Inglés." El azabache se levantó sin rechistar, siguiendo los pasos de Jimin y luego decidiéndose a caminar a su lado como acostumbraba. No fue hasta que ya les faltaban unos metros para cruzar el umbral de entrada del edificio que escucharon unos apresurados y pesados zapatos chocar contra el pavimento a sus espaldas y un fuerte grito que los hizo detenerse de inmediato.
"¡PARK JIMIN!"
Jungkook curioso del perteneciente a tan grave voz se volteó seguido del apenas mencionado, percibiendo como el de más baja estatura se tensaba al ver correr hacia ellos a un muchacho de casi su misma estatura con el desordenado cabello grisáceo moviéndose a la par del viento. Tenía la piel tan pálida que daba la impresión de que brillaba y era realmente delgado, pero no llegaba al punto de ser desagradable a la vista, más bien todo lo contrario.