Devocionales

Sigue Peleando

Una vez me contaron una historia donde un joven que tocaba una guitarra en la iglesia como parte de adoración, un día se acerco a donde su pastor -con lágrimas en sus ojos- y le dijo; -Pastor.. pedi hablar con usted porque vengo a entregar mi Ministerio ya que le falle a Dios, tuve relaciones sexuales con mi novia y se que no puedo estar tocando en mi iglesia en mi condición de pecado.

El joven extendió su mano la cual sujetaba a guitarra y se la entrego al pastor, el pastor mirando seriamente a joven la tomo. Esa noche en el servicio de la iglesia la ausencia del joven no fue notable porque ya habían designado a un nuevo guitarrista que ocupara su lugar. El joven por el sentimiento de culpa dejo de ir a la iglesia y finalmente... se aparto.

Cuando mencionaron ese final de la historia; yo me dije a mi mismo: Wow..que final tan diferente hubiera tenido esta historia si hubiese sido Jesús quien hubiese estado en la posición del pastor, así que.. que tal si tu y yo nos imaginamos como hubiera sido..

Una vez un joven que tocaba la guitarra en su iglesia como parte del ministerio de adoración, se acerco un día donde Jesús, y con lágrimas en sus ojos le dijo: -Señor.. pedí hablar contigo porque vengo a entregar mi ministerio ya que te falle, tuve relaciones sexuales con mi novia y se que no puedo estar tocando en mi iglesia en mi condición de pecado. El joven extendió su mano la cual sujetaba la guitarra y se la entrego. Jesús mirando tiernamente al joven la tomo y comenzó a admirarla diciendo: Wow! Que increíble es lo que sale de este objeto verdad? La melodía tan hermosa que se puede crear al apretar los puntos correctos en la madera y tocar las cuerdas a la vez, pero sabes.. sabes que? Aun mas hermoso es lo que sale de tu corazón, cada vez que te paras en ese altar y tocas para mi. La melodía mas preciosa es la que escucho cada vez que lanzas una nota con la guitarra la cual viene acompañada de las notas que solo yo escucho que salen de tu corazón.

Cuantas veces me has dicho que no eres digno, cuantas veces has tocado con lágrimas saliéndote de tus ojos porque quieres agradarme pero la lucha con tu carne te comprime el alma porque no me quieres fallar, porque quieres estar limpio ante mi presencia pero muchas veces no has podido y has caído en la tentación y has dicho: Ya no mas, hasta aquí llego, no soy digno de alabarte, no soy digno de dirigirme hacia ti, no soy digno de este ministerio.. pero yo te pregunto hijo mio: Que es lo que te hace digno.. QUE ES LO QUE TE HACE DIGNO! No son las muchas oraciones que puedas hacer, no son los muchos ayunos, no son las muchas cosas que puedas hacer para mi.. lo que te hace digno es la sangre... Mi sangre que derrame por ti en la Cruz, ahora toma tu guitarra y jamas me la entregues porque tu eres a quien estaba buscando , tu eres el verdadero adorador, tu eres quien causa que mi corazón se derrita cuando te postras, cuando me dices: Ayúdame! Cuando te quebrantas.

Cuanto quisiera que los que están debajo de todos los altares fueran como tu, amas tocar.. pero si fui yo quien cuando te estaba creando puse ese talento y pasión en ti. No me entregues lo que yo un día con amor y emoción te regale, entrégame tu vida, cada día que te levantes; entrégame tus batallas, entrégame tus debilidades, eso si es lo que quiero que me entregues, para que mi poder se perfeccione en ti.

Jesús, le dijo: Mujer, ¿dónde están ellos? ¿Ninguno te ha condenado? Y ella respondió: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Yo tampoco te condeno. Vete; desde ahora no peques más. (Juan 8:10-11)

>Cuando le dije a Jesús: Hasta aquí llego tu amor para conmigo.. él me dijo: Te equivocas, ahora es que comienza<