Magnifly

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- ¿Como va la búsqueda? - apoyó las manos en la mesa de cristal. Las pantallas reflejaban aquella página maldita junto con diferente códigos que bajaban y subían. Claire miró a los dos lados. - ¿Dónde está Calligan?

Sebastian, algo despistado o solo haciéndoselo, recibió aquel mensaje con las manos en la cara, pensativo. Negó con la cabeza unas cuantas veces, mirando de reojo a George. Desvió su mirada hasta el que estaba escondido detrás del ordenador. Subió sus hombros en señal de que él no tenía ni idea de su vida. Se llevó la mano a la curva de la nariz, con la otra en la cadera, suspiró. Los pasos de uno de los agentes llegaron a ella. 

- Hemos encontrado algo que es necesario que vean.

Por otra parte, esos dos encubrían a Tommy que estaba de visita en la sala de acusados. Con Katherine al lado, Jake Bolin seguía mirando el espejo, sonriendo como un psicópata. 

- Haz las cosas como dijimos, no quiero que acaba en cadena muerte por tu culpa.

- Lo mato yo si quieres.- Sonó lo más sarcástico posible.

Katherine le miró mal, Tommy levantó las palmas de las manos en señal de " no voy a matar a nadie, lo juro" saliendo por la puerta. Se adentró una vez más para encontrarse con aquel que desataba sus demonios. Le sonreía, como hizo la primera vez que lo vio pero esta vez sus ojos ocultaban una verdad más a aterradora, algo que solo él sabía. 

- Vaya, Hola Tommy, ¿Como está Lindy? - presenció como se sentaba.- Dile que venga verme, en la cárcel no hay tanta perfección.

- Cállate la maldita boca Jake si quieres salir ileso.- Volvió a levantarse con fuerza, poniendo las manos en la mesa pero eso no hizo que se inmutara.- Y ahora dime, ¿Que es ese nuevo juego que te traes?

- ¿Yo solo? - arrastrando las cadenas por la mesa, acercó su cara a la de él.- Soy un hacker, no superman. Ojalá me supera ocultar tan bien. El caso , es que yo las cosas nos las hago solo amigo mío. 

- Bien ya puedes ir hablando.

- Querido Tommy, esto es un juego. O ganas o pierdes.- Aquello sonaba como las películas de terror antiguas. - Pero, si quieres ganar solo tiene que seguir una regla...

- Si piensas que te voy a sacar de esa cárcel, espero que te pudras.- intentaba hablar bajo ya que detrás de ese espejo había demasiada atención. - Que es lo que quieres.

- Lo sabrás con el tiempo, lo que deberías hacer es preocuparte por lo que está ahí fuera, eso es mucho más espeluznante de lo que lo fui yo. 

Los nervios le rebosaban, lo agarró del cuello hasta que dos agentes entraron a separarlos. Al poco de  que se fuera de su vista, Katherine entró algo agobiada.

- Deberías ver esto.

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La escena del crimen no era tan fea como la pintaban, bueno si ya la habías visto mucha veces. Cosa que George no soportaba. Sebastian y Claire llegaron hasta donde los policías le dejaban pasar. Sacaron la placa, pasando por debajo de la cinta amarilla. Desde otra esquina, George tenía solo ganas de potar aunque sonreía por no liarla allí en medio. Claire se acercó un poco más a aquel cadáver. Con una de las carpetas en la mano, empezó a identificar a la mujer.

- Su nombre era Alaisa Beckett, tenía 23 años y estaba subscrita a Koraa. Conoció a Elijah en una de las citas que tuvieron. - siguió informando aunque Claire estaba en otra cosa.- Le han encontrado las orejas cortadas, otro defecto que odiaba de ella, ocurrió anoche a las...

- ¿Que coño es esto? - espetó. Algo había en su boca, intentó sacar un poco hasta que abrió más. Con la cara descompuesta, sacó una mariposa morada.- Que miren todos los cadáveres ahora mismo.- Se levantó agitada.- ¡Ahora!

Con un pitido en su oído del grito, Sebastian Llamó al departamento para que los revisarán.

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Lindy tomó aquel café algo amargo mientras miraba la pantalla. Estaban las noticias de la tarde, lo único interesante que encontró, después de todo Sophia salió a terminara unas cosas con Connor y sus pocos ánimos le daban humor de perros.

- "Últimas noticias. Una mujer es allá muerta en su piso de Manhattan. La policía detectado las mismas formas de muerte en todos los fallecidos. Todo apunta a que estaríamos ante un caso parecido al del año pasado en las redes sociales. "

Escupió el café en cuanto notó su móvil vibrar. La pantalla reflejaba un número desconocido. 

"Espero no haber sido descortés, no quería que escupieras el café Lindy. "

Se le erizó la piel, miró por las ventanas cerrándolas después, la puertas con cerrojo, por último apagó la televisión. Estaba en el ambiente de nuevo. El misterio. La intriga. La muerte. Pero, ¿Quién traía la muerte si Jake estaba entre rejas? 

- Tommy, necesito tu ayuda.