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Kat se encontraba en la biblioteca con Amelia y Brittany. Habían pasado las ultimas dos horas enseñándole las costumbres, la historia y las reglas de lo Fortnis. Le explicaron los nombres que se les da a los brujos, hadas, sirenas, elfos, etc... Brittany como siempre, la veía como dicen en unas novelas ''una mirada asesina''. Amelia no paraba de explicar la historia del Ángel Azrael.

<<Entonces- dijo.- Al igual que las virudes que tenemos tambien hay reglas para mantener la paz, y el orden entre los Fortnis y los Inmortales. Osea, vampiros, licantropos, hadas, elfos, sirenas, brujos....>>

-Mañana te enseñaremos las costumbres de los Fortnis y la forma correcta de matar a cada uno de los inmortales- dijo Brittany con aburrimiento. Tomo su libro y salio de la biblioteca

Kat se levanto de la mesa alisandose la falda. En cambio Amelia permanecía parada ordenando los libros en bloque sobre la mesa. Se acerco a la mujer dudosa, aun le daba miedo Amelia, su mirada era tan fría que solo con verla le causa escalofríos.

-¿Señora Barrymore?
-¿Si cariño?- giro la cabeza, mirándola sobre su hombro.

Kat se mordió el labio.

-Yo... Solo quería agradecerle por tomarse la molestia de enseñarme historia.

Al parecer Amelia se sorprendió por su comentario, ya que se giro y le tomó la mandíbula suavemente con sonrisa. Sus dientes ya no eran filosos y puntiagudos, ahora eran normales y cuadrados, lo que era un alivio.

-No es ninguna molestia. Solo sigue esforzándote y llegaras a ser una gran Fortnis.
-¿Le puedo hacer una pregunta?- soltó antes de poder arrepentirse.

La mujer asintió

-¿No se supone que los Fortnis tienen prohibido casarse con Inmortales?
-Asi es.
-¿Y como es que el señor Barrymore sigue siendo un Bellatore de Caelo?

Amelia suspiró y bajo su mano. Se dio la vuelta y siguió acomodando los libros. Al instante Kat se sintio avergonzada, tal vez fue demasiado lejos con esa pregunta, pero la duda la mataba.

-Lo siento, no debí...
-Alguien tenia que renunciar a una parte de si mismo para poder estar juntos. Claro, él ni loco lo haría... Tuve que renunciar a mi familia, a mi inmortalidad por él. Al hacer esto me volví mortal, aunque mi apariencia y la sangre de Hada sigue en mi. Es todo lo que te puedo decir- añadió en tono frío.- Sera mejor que lo busques en los libros.

Termino de recoger los libros y se retiro de la sala, dejando a Kat mas confundida de lo que ya estaba.

Una Vida Después de la Muerte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora