39 (parte dos)

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-¡Nunca creí que nada podría ser tan divertido!- volvió a reír Kat.
-Sólo es divertido cuando estoy yo- fanfarroneó Dayron.

Iban de vuelta a casa en el carruaje. Kat tomó la toalla que Dayron le había ofrecido y con ella se frotó el cabello húmedo. Habían quedado totalmente empapados, lo que hacía que su ropa le quedará más ajustada de lo que quisiera. Miró por la ventana, estaba apunto de oscurecer, sólo le quedaba al día unos cuantos minutos para que la noche reinara en su totalidad. Sonrío. Se sentía totalmente feliz, estar con Dayron bromeando, riendo, conversando... besandolo; hacía que se sintiera otra persona, una mujer más libre sin la aristocracia de la demás gente.

-Estamos a punto de llegar- anuncio Dayron separándose de la ventana.

Kat sintió como un ligero mareo la alcanzaba, sintiéndose nerviosa de nuevo. ¿Que pasaría si alguien los veía mojados? Se mordió el labio. Bajo la toalla y la acomodó sobre sus piernas jugando con la punta nerviosa.

-¿Estas bien?- pregunto el chico.
-Si, estoy bien- contestó en voz baja.
-¿Me lo dices a mi o a ti?
-Ha ambos creo.

Dayron se acercó más a ella, aunque sin tocarla.

-Estas pensando en el que pasará- negó con la cabeza.- no quieres que nadie se entere de lo que ha pasado entre los dos, ¿cierto?
-Aún- replicó Kat.
-¿Por que?

Kat no respondió. Era cierto que se sentía feliz con él pero... Lo que hizo días atrás... Nunca se lo perdonaría. Ni él ni su hermano. <<Siempre es eso- pensó- siempre que estoy con alguno de ellos no dejo de pensar en lo mal que he hecho>> Se estremeció.
Dayron tomo su barbilla entre los dedos y le alzó el rostro.

-¿Por que?

Ella sólo negó con la cabeza.

-¿Es Dereck? ¿Te preocupa que no lo acepte?

Silencio.

-Por Dios, Kat. Tienes que decirme que pasa, el por qué. No puedo estar así siempre. Algo me ocultas, lo veo en tus ojos cuando me miras. Y no sé qué sea tan malo como para no decirme.
-Me odiaras si te digo la verdad- murmuro Kat.

Dayron rió sin humor.

-A estas alturas no creo que eso suceda.
-Pero lo harás- insistió la chica, no estaba muy segura de porque decia eso.- los separaré y me odiaran por eso.

Dayron fruncio las cejas. No entendía absolutamente nada.

-¿Que...?
-¡Llegamos señor!- gritó Logan desde el asiento del cochero.

Kat abrió rápidamente la puerta y salió a retortijones. Segundos después Dayron salió detrás de ella, parecía enojado o tal vez confuso, su rostro era indescriptible. Antes de que hiciera más preguntas Kat se alejó y camino rápidamente hasta la puerta de la entrada. Cuando llegó al último escalón una mano la tomó por el brazo.

-Katherin, espera.
-Necesito ver a Melissa- en parte era cierto... En parte no.- La he dejado sola bastante tiempo. Necesita de mí.
-Al igual que yo.

Se acercó a ella con la intención de besarla, pero la puerta de la entrada se abrió justo a tiempo acompañado de unos pasos determinados.

-¡¿Donde diablos estaban?!- exclamó Brittany.- los he buscado por todas partes...

Se calló al instante que los vio mojados de pies a cabeza. Después remplazo su rostro molesto por uno serio.

-Así que han estado en Mount Shasta. Genial.
-¿Que pasa Brittany?- Dayron sonaba irritado.

Nuevamente el rostro de la chica cambio de golpe, ahora parecía melancólica. Lo que era extraño ya que bueno, a fin de cuentas, era Brittany.

-Es que yo...
-Hasta que se dignan a aparecer- sonó una voz a lo lejos, se acercó a ellos y los miró de pies a cabeza.- ¿se divirtieron?
-No molestes Connor- replicó Dayron.
-Bueno, mientras ustedes se divertían algo pasó aquí. Algo que no te agradará Katherine.

Kat se cruzó de brazos.

-Muchas cosas no me han gustado desde que llegué aquí, así que dime.

Connor se acercó con falsa tristeza. Cada vez se acercaba más y Kat tuvo que tomar toda su fuerza de voluntad para no retirarse y hecharse a correr. Le tomó la mano y con otra se la cubrió.

-Lo lamento mucho. Melissa ha muerto.

Una Vida Después de la Muerte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora