Cap. 2 : Un Vampiro

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Tenía ganas de leer algo, así que me escabullí en la biblioteca del orfanato, nadie me daba aunque sea un libro, no había absolutamente nadie en los pasillos ni siquiera en la biblioteca ¿qué habrá pasado? seguro todos están durmiendo. Lo mas extraño en toda el lugar era la zona prohibida ahí estaba todo restringido, según algunos niños que me iban a ver de vez en cuando en aquella habitación.

Habían libros de todos tamaños y colores pero hubo uno de unas letras doradas con el numero 626 como mi nombre, tome una silla y sin pensarlo me subí al librero a agarrarlo, pero este se fue para atrás todos se caían en efecto domino. Oh cielos! ahora si vinieron los de seguridad ... estaba en problemas. Corrí sin parar hasta mi habitación del lado contrario de donde llegaban esos orangutanes, cerré la reja y comencé a leer ... ¿Alec? ...¿quién es Alec? ... mire más detalladamente el libro, habían fotos ... fotos mías ... eso fue lo que más me había llamado la atención, no me llamaba 626 me llamaba Alec ... eso sonaba mejor. -¡EXCELENTE! - exclame con mucha emoción, y esta expresión fue la que acaparo la atención de varios pasos que se dirigían a mi celda.

Ahora era mujer rubia algo narizona que me mando al quirofano de nuevo, ¿qué pasa a donde me llevan? esta vez no uso la anestesia y me sacaron sangre por todos lados, gritaba de dolor era como si te clavarán un tenedor en el brazo, o algo similar.

-Esto es un castigo para que no leas cosas que no debes leer 626, no estamos autorizados para cortarte las manos y los pies pero ten por seguro que con esto bastará para que no te metas donde no te llaman. - y fue así como me hablo aquella mujer, un par de orangutanes me llevaron arrastras a la celda de castigo, donde me empujaron tan fuerte que no pude pararme hacia la colchoneta que había allí.

Los días pasaron y mi cumpleaños ya se acercaba, estaba muy emocionado... tenía un buen presentimiento. Díganme soñador pero sentía algo tan hermoso en mis adentros que podría saltar, bailar y gritar.

Orfanato de Sn. Egidio, Hannover, Alemania, 14 de Febrero 1998.

Querido Diario: No puedo creer que solo tengo 9 años y nunca he visto la luz del sol, es algo raro, pero a menos en estas alcantarillas se escuchan divertidos sonidos y algunos terroríficos. ¿Raro no crees? bien, no me he presentado; Mi nombre es Alec... solo Alec... soy huérfano, algo despistado y que seguramente este será un buen inicio a nuestra relación, relación que prácticamente es la primera y única que tengo y tendré los demás niños me creen raro y los únicos que beben sangre al igual que yo, solo están heridos, se dice que pelean mucho. Tengo miedo. Me están llamando. Es mi cumpleaños, seguramente harán algo especial, mi tutora me ha dicho que han esperado este día, suena fascinante seguramente ya saldré ala superficie. Hasta pronto.

Esa noche fue la mas terrible de toda mi existencia, no sabía que había hecho para merecer tal cosa, tal vez el no tener una familia que viera por mi, unos padres. Lo primero que hicieron, sacaron un bisturí, y poco apoco abrieron mi retina, la primera tortura al parecer.

-Sana mas rápido que los otros - Exclamo uno de ellos - podríamos extraer un poco de su sangre, tal vez los rumores sean ciertos y la sangre de un vampiro puro, sane, esto podría ser hasta la cura del cáncer o el sida -

Escuche que yo era un vampiro ... mi mente comenzó a preguntarse ¿qué era un vampiro? sonaba interesante saberlo, "un vampiro... un vampiro", hacía eco en mi mente. ¿porqué no debería de saber que que yo era un vampiro?

La noche cayó aquel día todos estaban dormidos, excepto yo, ahora era tiempo de escabullirme a los archivos dado a que no me dejaban salir a una biblioteca, cosa rara porque al menos a otros niños los dejaban salir e vez en cuando pero a mi no.

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⏰ Última actualización: Jun 26, 2016 ⏰

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