Memories

Capitulo II

A esas alturas ella estaba gritando, la enfermera regreso rápidamente al cuarto.

- ¡¿Qué pasa?!-

- ¡No recuerdo! ¡¿Por qué no puedo recordar?!- ella tenía las manos en su cabeza mientras ligeramente se mecía hacia atrás y adelante

-No sabemos que pasa- menciono el peli rosado

-Salgan de aquí- ordeno la enfermera

Pasados 15 minutos los chicos seguían en la sala de espera aguardando a que la enfermera les diera noticias, cuando esta volvió a salir del cuarto, rápidamente ellos se acercaron a ella.

- ¿Qué paso? - pregunto Gray

-Al parecer ella tiene amnesia, debió ser por un golpe en la cabeza le dimos un tranquilizante y ahora ella está durmiendo-

- ¿Qué va a pasar con ella? - Intervino Dragneel

-Bueno la policía viene en camino ellos resolverán la situación con ella-

- ¿La policía? ¿Por qué? - dijo Gray

-Ustedes no la conocen y ella no recuerda nada, además de que no traía ninguna identificación con ella o algo que nos diga a quien llamar, y este no es un lugar para que pueda quedarse...alguien tiene que hacerse cargo de ella ¿no? - ambos chicos guardaron silencio hasta que la enfermera volvió a hablar--Deberían quedarse hasta que llegue la policía, tal vez necesiten su testimonio o algo por el estilo y tomarse un té-

- ¿Un té? –

-Ambos se ven muy pálidos, tal vez eso los haga sentirse mejor-

-Gracias am...- ahora hacer esa pregunta le causaba una sensación extraña

-Yukino- dijo sonriente la chica para desaparecer a lo largo del pasillo.

Haciendo caso de las palabras de la enfermera ambos chicos permanecieron en el lugar, el pelinegro más nervioso que su amigo por obvias razones, pasados unos minutos llego el policía, un hombre rubio y con una cicatriz cerca de la ceja derecha, podría decirse que de la edad de los jóvenes que ahí estaban, paso a hablar con la enfermera y después de un momento ella le señalo a los chicos, el rubio se dirigió a ellos.

-Buenas tardes, soy el oficial Eucliffe necesito que me respondan algunas preguntas-se presentó mientras les mostraba su placa- ¿Cuáles son sus nombres? -

-Natsu Dragneel-

-Gray Fullbuster-

-Bien ¿Quién de los dos encontró a la chica? –

-Yo- menciono Gray

- ¿Dónde la encontró? –

-A unas calles de aquí, en el puente que cruza el rio-

- ¿Cómo la encontró? –

-Yo...iba manejando y la vi, estaba en el pavimento-

- ¿Solo así? – Fullbuster asintió con la cabeza- ¿Está seguro de eso?

- ¿Qué trata de insinuar? -

-Que usted miente-

-No estoy mintiendo, le he dicho lo que se- se defendió Gray tenía con mirada retadora

-Ya lo veremos-respondió Eucliffe de la misma manera

-Oficial am... ¿qué va a pasar con la chica? - Intervino tratando de calmar los ánimos Natsu

-Esperaremos a que mejore y si no recupera la memoria la llevaremos a un albergue gubernamental- Explico el oficial

- ¿No hay otra opción? – Menciono Fullbuster

-No por el momento, bueno me retiro- finalizo mientras se alejaba Eucliffe. Gray y Natsu pensaron que lo mejor era regresar a sus casas por el momento, de todos modos, el oficial no les había dicho que se quedaran y ellos ya no tenían nada que hacer allí.

-Gray- Menciono Natsu mientras conducía hacia el departamento del pelinegro

- ¿Si? –

- ¿No crees que lo mejor era decirle la verdad al policía?, es decir no es tonto se dio cuenta de que mentiste-

- Pero no lo puede probar ¿verdad? – A Natsu le molestaba la actitud que mostraba el pelinegro ante la situación

- ¿Y si lo hace? –

-No lo hará-

- ¿Cómo lo sabes? –

-Solo lo sé-

-Gray...-

- ¿Cuándo volviste? –

-Ayer por la noche-Natsu sabía que Gray se desviaba del tema, pero por ahora nada ganaba peleando con él, ya lo haría entrar en razón cuando estuviera más calmado

-Pensé que estarías aquí hasta año nuevo-

-Terminé los pendientes antes y decidí volver- No dijeron nada más hasta que llegaron al departamento del pelinegro. Durante la cena Natsu pensó que era la oportunidad de volver a abordar el tema.

- ¿Piensas dejarlo así? –

-Natsu cállate-

-Gray deja de comportarte como un imbécil-

- ¡¿Y qué diablos pretendes que haga?!-

- ¡Que digas la verdad carajo! –

-No es tan fácil, además no la abandone la lleve a un hospital-Gray elevo la voz

- ¡La dejaste sola en un hospital a su suerte donde además no recuerda ni su nombre! ¡¿Eso no es abandonarla?!-Natsu solía mantener la calma siempre que podía, desde hace un tiempo había dejado atrás su etapa explosiva, pero ahora Gray veía de nuevo al antiguo Natsu y se había quedado mudo, no se le ocurría algo para defenderse tal vez porque no la había, en el fondo sabía que el peli rosa tenía razón, pero era demasiado terco para quedarse callado y darle la razón al Dragneel

-Yo no soy Igneel- Solo eso basto para que el puño de su amigo aterrizara en su cara, el golpe fue tan fuerte que lo dejo en el piso, Gray sabía que había ido demasiado lejos, Igneel era un tema delicado en la vida de Natsu, casi un tabú.

-Asume tu responsabilidad -Natsu salió del departamento azotando la puerta. Gray no pudo dormir esa noche, las palabras del Dragneel no abandonaban su cabeza, la noche siguiente tampoco consiguió dormir, ni la siguiente de esa, ni la siguiente y así transcurrió una semana entre el insomnio y la culpa Gray decidió ver que había sido de aquella chica.

Cuando volvió al hospital busco a la enfermera de aquella vez cuando la encontró le pregunto sobre la peli azulada.

-En realidad no sabría decirte mucho, cuando ella estuvo mejor Sting se la llevo-

-Oh ya veo-

-Podría llamarlo si quieres –

-Se lo agradecería- la peli blanca se alejó un momento para realizar la llamada, por alguna razón Fullbuster seguía nervioso, no tardo mucho para que Yukino volviera.

- ¿Qué paso? –

-Al parecer ella sigue sin recordar nada, y nadie la ha reconocido, así que lo más probable sea que se quede en el albergue- la iba a condenar a un albergue, precisamente el, no es que esos lugares fueran malos, él había estado en uno muy malo, se decidió que no podía dejarla en lugar así, quizás las cosas habían cambiado pero los recuerdos lo obligaron a desistir de esa posibilidad.

- ¿Y no hay algo que yo pueda hacer? –

-No lo sé-

-Podría quedarse en mi casa- no supo en que momento sus labios le ganaron a su cerebro, pero no pensaba echarse para atrás