LA CHICA BOXEADORA

CAPITULO 7

Hoy era el día, el día en que podría romperle la cara a Milagros. Me levanté a las 5:00am para correr. Ya pasada una hora volví a mi casa. Me bañé y me alisté para la escuela. Bajé a desayunar encontrándome con Manuel e India.

-¡Hola!-dije salteándome el último escalón-

-Hola-dijeron ambos-

-Hoy van a ir a la pelea, ¿no?-les pregunté-

-Sí, ¿en el mismo ring de siempre?-preguntó mi hermana. Yo asentí-

-Bueno, ¡yo también voy!-habló esta vez Manuel-

-Okey, los espero-dije abriendo la puerta-¡Chau!-me despedí saliendo de mi casa-

Caminé 10 minutos y llegué a la escuela. Entré, subí las escaleras y había folletos de la pelea de hoy pegados por todo el edificio. Esto fue obra de alguna de mis amigas. Me adentré en el salón y saludé a Lina.

-Hola Nuria-me saludó Lina-

-Hola-devolví el saludo-¿Fuiste vos la de los volantes?-pregunté con una sonrisa-

-Isa y yo. ¿Si no quién más?- me dijo con una sonrisa victoriosa-

-Son unas genias-le dije dándole un abrazo- Isabela todavía no llegó, ¿no?-

-Nop-dijo resaltando la "P"-

Nos sentamos, entró la profe y comenzó la clase de físico-química. Casi a mitad de la clase apareció Isa, se sentó atrás con nosotras, como siempre.

-¿Te quedaste dormida?-le pregunté antes que todo-

-Sí-respondió y empezamos a reírnos.

-Ah, por cierto, buen trabajo con los volantes- le dije guiñándole un ojo-

Cuando al fin terminaron las clases, yo fui a mi casa, almorcé y me dirigí a "The gym". Estuve entrenando con mis guantes nuevos.

Cuando me di cuenta ya eran las 18:00hs. Salí del gimnasio y emprendí rumbo a mi casa. Preparé todo para mi pelea, bajé al living y todos me estaban esperando.

-¿Estas lista?-me preguntó mi mamá-

-Sí, vamos-le dije-

Nos subimos a la camioneta y los cuatros nos fuimos hacia el ring. Cuando llegué me encontré con mi primo, mi papá, mis amigas y todos los/as chicos/as de mi salón. Saludé a todos y me fui a mi "camarín" para cambiarme.

Ya estaba lista, me había hecho dos trenzas cosidas (una en cada lado), tenía mis guantes fucsias, mi "pollera short" negra, mi bata la cual tenía una capucha negra con fucsia y por último un top deportivo con los mismos colores que la bata. Milagros tenía un top deportivo negro, la bata y el short violeta con rojo, ese es unos de los 5 uniformes que tiene el ring. Faltaba menos de un minuto. Escuché el nombre de mi contrincante Milagros "La ráfaga", me reí ante su nombre. Luego me presentaron a mi.

Presentador: Y ahora, una de las mejores boxeadoras con menor edad. Alguien muy querida y admirada en este ring. Señoras y señores, "La implacable".

Salí y todos aplaudían. "La ráfaga" al enterarse de que era boxeadora se le cayó la mandíbula al piso. Yo sonreí y fui rápidamente con mi entrenador, me puse el protector bocal, fui al centro del ring, chocamos puños y la pelea comenzó.

Ella tiró el primer golpe, típico error de novato. Lo esquivé fácilmente para luego impactar un golpe en su mandíbula. Así continuó el primer round, esquivé los golpes e impacté unos cuantos en su cara haciendo que le sangrara la ceja, ya que se la corte. Sonó la campana dando aviso que el primer round había terminado. Me acerqué a mi entrenador y él me dijo:

-Nuria, sé que lo puedes hacer mejor. Ya la hubieras noqueado si quisieras-

-Ya lo sé, quiero hacerlo en este round-dije segura-

Tomé agua, sonó la campana y el segundo round comenzó. Esquivé varios golpes, yo le pegué un gancho derecho y con un golpe cruzado la dejé tendida en el suelo. El réferi contó hasta diez, como ella no se levantaba finalizó la pelea. Levantó uno de mis brazos anunciándome ganadora por nocaut, el público estalló en gritos y aplausos. Me acerqué a Milagros la cual estaba sentada, aún algo mareada, y le dije:

-Para que aprendas a no meterte donde no te corresponde-

Ella me miró con su ojo morado y su ceja cortada, no esbozó ni una palabra. Yo le sonreí triunfante y fui directo a mi "camarín" para cambiarme.

-¡Felicitaciones!- dijo mi mamá abriendo la puerta.

Detrás de ella venía mi primo, mis amigas, mi hermana, Manuel, Carlos, mi papá y Matías, mi entrenador. Me felicitaron uno por uno. Cuando se fueron pude cambiarme y salí de allí. Afuera estaban mis amigos de la escuela, Nicolás, Agustín, Bautista, Valentín y Santino. Me felicitaron y me reclamaron por no haberles dicho que boxeaba. Más atrás vi a mi mejor amigo, le di un abrazo, hacía mucho que no nos veíamos.

-¡Felicitaciones!-me dijo sonriendo-Gran pelea- continuó

-Gracias. Solo fue una inexperimentada-le dije-

-De todos modos, estuviste asombrosa-dijo sonriente- Bueno, me tengo que ir, después hablamos, chau- dijo subiéndose a un auto-

Me despedí con un gesto de mano y me fui con mi mamá. Subí a la camioneta y fui a mi casa.

Cuando llegué me di una relajante ducha, cené y me dormí. Realmente estaba agotada.