♘; 13

4.7K 442 109
                                    

Klaus tenía la boca bendecida por los dioses. Y no sólo porque besara como un maldito rey, no, por supuesto que no, era porque ayer cuando dijo que la tormenta iba a parar lo dijo sin pensarlo, pero ¡Oh sorpresa!


¡La maldita tormenta había terminado! ¡Después de dos semanas! ¡Casi tres!

Entonces aquí estaba yo, parada en el balcón que había en la habitación, mirando el cielo despejado y unos que otros carros pasar por la calle. Porque había esperado poder respirar el aire puro, aunque se me congelaran los mocos.

 Porque había esperado poder respirar el aire puro, aunque se me congelaran los mocos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"¿Qué haces aquí?"

Me sobresalto por la repentina voz y tomo con fuerza la taza de chocolate caliente antes de que me queme o peor aún; el chocolate caiga al piso.

¿Qué? El chocolate importa más que yo. No me echen la culpa por pensar algo incoherente, después de todo soy rusa y los rusos amamos el chocolate. ¿O esos son los franceses? Ya no me acuerdo.

"María purísima" me giro para verle parado en el marco de la puerta "Me has asustado, tonto"

"Así has de tener la conciencia de limpia" dice acercándose a mí.

"Quisieras" me mofo.

"No gracias" me quita la taza de las manos, dándole un sorbo.

"¡Oye! Es mi chocolate"

"No has respondido a mi pregunta, Isa" me ignora volviendo a beber.

¿No que no te gustaba el chocolate caliente, bastardo?

"Me preguntas muchas cosas siempre" gruño al ver como se acaba mi bebida.

"Mira quien habla" murmura sarcástico mientras me devuelve la taza vacía "¿Qué estás haciendo aquí?"

"Estoy tomando un poco de sol" respondo encogiéndome de hombros "Hacia mucho que no lo sentía"

"Sigue haciendo frío y tu estas sin abrigo, vamos dentro"

"Déjame" refunfuño cuando tira de mi "¡Klauuss!" chillo.

"No seas terca, mujer. Que haya pasado ya la tormenta no quiere decir que por el frío no puedas resfriarse" me arrastra y tengo que agarrar fuerte la taza en mis manos para que no se caiga, era mi favorita "Deja de patalear, humama tonta"

"¡Entonces suéltame!"

Se hace oídos sordos y continúa tirando de mí para meterme a la habitación. Una vez a dentro me suelta y rápidamente cierra la puerta del balcón.

Matiz ➳The Originals [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora