♘; 15

4.1K 435 258
                                    

Cinco días.

Uno, dos, tres cuatro, cinco.

Ese era el número de los días que habían pasado desde la última vez que había visto a Hope y a Klaus. Cinco días donde me la pase de un lado a otro, de mi casa a mi trabajo donde prácticamente ya me habían despedido, sin mencionar que tengo una horrible gripe por salir al aire frío sin abrigarme y un dolor de cabeza insufrible el cual fue provocado por todos los matices de todas las personas en la calle, ya que como andaba como un zombie, se me había olvidado ponerme los tapones para oídos.

Como sea, uno de los motivos de mi aspecto tan, más que seguramente, deprimente, era el que no había tenido ni señales de Klaus y Hope, pues se habían ido el día siguiente de navidad para arreglar algunas cosas en su hogar. Pero eso no me molestaba, ni la simple nota que dejaron en la mesa de centro antes de irse con un "Tuvimos que irnos para arreglar unas cosas, te vamos a extrañar, cuídate" No, por supuesto que eso no me enojaba, que va. Aparte, no era como si ambos iban a vivir conmigo por siempre.

Lo más triste es que yo pensé que así iba a ser.

"Te escuchas terrible, cariño" la melosa voz de mi madre pintada de rosa dijo a través del parlante.

"Ya lo sé, má, no tienes que recordármelo" murmuro con voz patosa, saludando con un breve asentimiento de cabeza a Rob en el portal del edificio. "¿Cómo están las cosas allá?"

"Un poco ajetreadas, mañana es treinta y uno, tu padre está vuelto loco con la preparación de la cena con todos los grandes"

"Papá debería de relajarse un poco, todos los años hace esa misma cena"

Me detengo para picotear en botón de ascensor. Sin embargo desisto de la idea, acercándome a unas bancas en la parte izquierda para sentarme. Se escucha un leve suspiro por parte de mi madre y un grito chillón y a decir por el color que pintean mis oídos el chillido no proviene de ella

"Cariño, guarda silencio" reprende al alguien de otro lado "Eso mismo le dije, pero ya sabes cómo es tu padre, está un poco afectado porque no has venido en navidad ni mañana que es víspera de año nuevo. Pero yo se lo dije, no dejes que la niña se vaya del país, porque se va a olvidar de nosotros, pero parece que le dije lo contrario. Se lo advertí"

Ruedo los ojos, tosiendo un poco. "No me he olvidado de ustedes, mamá. Si no has mirado las noticias internacionales hubo una tormenta en Manhattan, la cual me encerró por completo en mi casa donde no había señal para llamar a nadie hace cinco días"

"Sí, algo escuche sobre eso. Deberías regresar a Rusia, donde no hay tormentas y si hay señal, pan de miel, chocolate cliente y obviamente, donde está tu familia"

"Mamá" me quejo "Ya hablamos sobre esto desde hace tiempo. No siempre voy a estar viviendo contigo, en tu casa o haciendo lo que quieras, soy grande y se cuidarme por mi misma"

Por el auricular se escuchó un Ja, seguido de un; má, dile a isa que podrá tener cien años y siempre va a parecer una de cinco. Vuelvo a rodar los ojos, rescatando mi cabeza en la pared mientras me sorbo los locos.

Necesito un médico. De preferencia uno que se llame Klaus y pueda darme mimos.

"Escuchaste a tu hermana y por más que quiera contradecirla tengo que darle la razón" el rosa se vuelve más oscuro, oh, no, ahí viene, va a llorar "Si estuvieras aquí, en tu casa, conmigo, no estarías enferma ni a punto de morir" pausa "Te extraño muchísimo, amor mío, tu padre y tu hermana también, incluso la bruja de tu abuela"

Matiz ➳The Originals [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora