Matiz ➳The Originals [2]

♘; 03

"Creo que va a nevar" corrí la cortina de la habitación, mirando por la ventana el cielo gris "Tendremos que apurarnos para salir"

"¿No podría ser dentro de media hora?" Hope murmura con la voz un poco ronca, todavía despabilándose del sueño "Son las siete de la mañana"

"Lo sé, cariño. Pero hay que comprar algunas cosas en el supermercado y si es más rápido, mejor" me giro mirándola "También no sabemos cuanto tiempo nos tomará encontrar a tus padres y no vas a estar siempre con la misma ropa"

Se mira ella misma "Me gusta mi ropa"

"Vamos a comprarte más, eh dicho" chisto con gracia acercandome a la cama "Vamos, levántate. Tenemos un largo día hoy"

Retiro la sábana de su cuerpo y ella lanza un gruñido haciéndome reír. Dug alza la cabeza recargando las patas en la cama al oírla.

Le doy unas cuantas palmaditas y salgo de la habitación hacia la sala, sin antes decirle a Hope que si regreso y no estas lista voy a enojarme mucho.

Si, aveces suelo ser pésima con mis amenazas.

Recuerdo que mi madre siempre decía;
"Cariño, tu no puedes parecer sería o en todo caso amenazar a alguien, eres más dulce que el pan de miel que hace tu abuela y déjame decirte que esa mujer le provocó la diabetes a tu padre" mientras me acariciaba la cara como si fuera una niña de cinco años, cuando claramente tenía dieciocho en ese entonces. Yo le protestaba y agregaba; "¿Por que crees que tu padre no te lleva a su trabajo? Eres demasiado inocente, amor"

Ugh, no era mi culpa que mi padre trabajará en algo donde fuera fácil manipular a las personas.

Lo que más me enfadada de todo eso, era que la psicópata de mi hermana menor era menos ilusa o tonta como yo, según sus palabras.

Me desvio hacia la cocina para servirle un poco de comida a Dug y al escuchar el ruido que hace las croquetas con su plato, aparece corriendo en mi dirección, moviendo las orejas y la cola.

"Brat vygody" le dijo al verlo comer.

Dejo la bolsa de croquetas en su respectivo lugar y salgo de la cocina para ponerme los zapatos. Me siento en el sofá y meto los pies en las botas de nieve color café. Peino mi pelo con mis dedos y apago la televisión que había estado prendida.

"¡Hope, vámonos!"

La niña tarda en hacer su presencia en la sala con los cabellos oro peinados en una coleta desordenada.

"Ya estoy lista" murmura parandose a mi lado.

"Vamos, ponte los zapatos" ordeno dulcemente dándole un empujoncito. Me pongo de pie y agarró mi celular y los pequeños tapones para oído de la mesita de entrada.

Ambas salimos de la casa abrigadas con bufandas y chamarras, aunque claramente a Hope le queden grandes por que eran mías. Caminamos por el pasillo hasta el ascensor, entrando y marcando pb.

Antes de que las puertas se abran y nos dejen salir. Me colocó ambos tapones en los oídos. Hope me mira curiosa cuando le tomó la mano.

"¿Por que te pones eso?" curosea empezando a caminar.

"¿Que cosa?" pregunto desentendida.

Señala mis odios "Los tapones"

"Ah" abro la boca "No lo entenderías si te esplicó, cariño"

"Explico" corrige sin malas intenciones.

"Eso dije, pero mi acento hace que se escuche así" me defendí mirando a todos lados. Y jalándola por la acera.