TsukkiYama

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Recuerdo el día en que le pedí a Kei me ayudará a formular una declaración, le di las especificaciones del sujeto "rubio, torpe y muy frío" así le dije que era, había decidido que así sería mi declaración pero no pudo captarla –quizá porque es demasiado torpe para darse cuenta que es torpe- así que seguí las indicaciones que me dio "Un regalo sobre algo que le guste".

Tenía todo preparado y al llegar a mi casillero di con una nota que decía me esperaban fuera del gimnasio, me dirigí directamente hasta allá y encontré a un Kei sosteniendo una canasta de papas, yo ladeé mi cabeza porque no alcanzaba a entender del todo lo que estaba haciendo. - ¿Tsukki? – El me gritó en la cara si quería salir con él – Elígeme a mí en vez de aquella chica que te gusta, por favor -, comencé a reír a carcajadas hasta doblarme por el dolor en mi estómago.

- Eres tan tonto, por dios – La risa me estaba ahogando, no podía contenerme.

- No te entiendo -.

- Es que la persona que me gusta eres tú, que torpe – Me levanté del suelo y limpié mi pantalón, sequé mis lágrimas y solté un fuerte suspiro de alivio – Me declaré cuando te pedí ayuda pero fuiste muy torpe para entenderlo así que decidí ir a la segura, hoy me iba a declarar de la manera normal pero me ganaste.

Kei se sonrojo hasta las orejas y antes de taparse la cara con el suéter que traía puesto le plante un besó en la mejilla, y otro, y otro, y muchos besos seguidos.

Estábamos sentados en las escaleras del gimnasio sujetando nuestras manos y platicando un poco de todo el mal entendido que había pasado.

- ¿Y porque las papas?

- Bueno, te gustan las papas fritas así que pensé que sería bueno que pudieras hacerlas en tu casa y por tu propia cuenta -.

- Eres increíble Tsukki -.

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