TsukkiYama

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- ¿Te acuerdas cuando te me declaraste Tuskki? – Estábamos recostados en la cama recién despertando y abrazados como un par de recién casados en su luna de miel.

- Prefiero no hacerlo - Yamaguchi y yo habíamos estado viviendo juntos desde que salimos de la preparatoria y ese día Tadashi no se me había quitado de encima ni por un minuto.

- Pero si fue muuy lindo, llevabas un traje de dinosaurio ese día -.

- No lo menciones -.

- Y te habías puesto lentillas para verte más "guapo" -.

- ¡Ya Yamaguchi! -.

- Lo siento Tsukki, pero aún me pregunto cómo fue que te enamoraste de mí -.

- Bueno... -.

Siendo sincero me costó mucho trabajo darme cuenta que estaba perdidamente enamorado de Tadashi, tuve que verlo tomado de la mano con una chica para que lo hiciera, ese día le grite mientras le tomaba las manos cuidadosamente a la muchacha.

- ¡Tadashi es mío, mujer, de nadie más! -.

- ¡Tsukki! ¡Cálmate! -.

- ¡Dile que me amas, dile! -.

- ¡Cállate! ¿Qué derecho tienes de decir ese tipo de cosas? -.

Luego se fue rodeando a la chica con el brazo, eso me destrozó aún más pero no podía rendirme, tenía que decirle a Yamaguchi cuanto lo amaba que él no debía dejar de amarme o rendirse conmigo porque yo iba a estar ahí para él; solo para él. Fui al gimnasio para la práctica, cuando entró no me dirigió la palabra y no intento esconderlo a los demás así que todos corrieron con Tadashi para saber si se encontraba bien, solamente Sugawara se acercó a mí. Me preguntó qué era lo que había pasado para que Yamaguchi estuviera así, enojado, que él nunca se enojaba conmigo – Me puse celoso de verlo con una mujer – le conté como estuvo la escena y entonces Sugawara comenzó a reír como si me faltará saber algo que él ya sabía – Es normal tener celos pero que le grites para que te diga que te ama es demasiado Tsukishima -, observé de reojo al peliverde, decidí que tenía que decirle. - ¡YAMAGUCHI! – Primero iba caminando, luego trotando y el último tramo lo recorrí corriendo, llegué con él para plantarle un beso en los labios furtivo pero apasionado.

- Te amo -.

- Vaya tonto que eres – Dijo y me devolvió el beso de una manera casi virgen.

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