IwaOi

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- Iwa-chan ¿Por qué siempre eres malo conmigo?

- Porque te lo mereces Kusokawa.

- Pero... ¿Me quieres, no?

- ¿Tú que crees?

Con el gesto arrugado y los labios fruncidos así como la frente Oikawa se dio la vuelta para darle la espalda a su novio y se hizo un ovillo bajo las sabanas. Iwaizumi soltó un suspiro pesado pero amable, se acercó a la bolita de carne y tela que estaba a un lado suyo y lo abrazo por la espalda y sobre las cobijas – Eres un tonto – "Callate" contestó con un puchero Oikawa -, si te dijera todos los días que te quiero y que lo único que deseo cuando salgo por la puerta es regresar y comerte a besos no dejarías de estar pegado a mi pierna... eres molesto y por eso no puedo decirlo todos los días; y por eso eres un tonto. Iré a hacer el desayuno -.

El moreno se levantó y al salió de la habitación mientras Tooru luchaba con la sensación en su pecho, como si el corazón se le fuera a salir.

Cóctel de frutasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora