Cóctel de frutas

KuroKen

— Kuroo, llegas tarde — Decía Kenma mientras se sacudía las gotitas de lluvia que habían caído en sus botas.
— Es la primera vez desde la primaria ¿Tenme consideración, no crees? A mí que te he tenido que esperar bajo lluvia, nieve y calor desde la misma edad.
— ¿Por qué llegaste tarde? — Comenzaron a caminar compartiendo el paraguas del moreno.
— Fui por unas cosas al departamento de Tsukishima— Kenma vio de reojo a Kuroo.
— ¿Qué era que te demoró tanto?
— Nada importante, tonterías — El más bajo enarco una ceja.

Llevaba ya un tiempo que el mayor se la pasaba yendo a la casa del alto rubio para "recoger cosas", cosas que Kenma no había tenido oportunidad de conocer.
El muchacho se llevó una mano a la muñeca contraria, gesto que había adoptado cuando se ponía ansioso, Kuroo no lo dejó pasar.

— ¿Qué tienes?
— Nada importante, solo cosas.

El otro chico abrió los ojos de par en par y pregunto si es que su novio estaba celoso de Tsukishima.

"Qué va, no es como si de pronto estuvieras yendo mucho a su casa, no"

— Yo solo te quiero a ti, Kenma.
"Estas celoso"

— Cállate
— Anda, besame — El moreno se agachó para estar a la altura del otro muchacho, esperando recibir un beso, en vez, un cabezazo se hizo presente — ¡Auch! Estarás loc... — Kenma le besó los labios muy rápido y casi rozando.
— Tetsuro ¿Vamos?

Vaya que amaba le dijera por su nombre.