El sonido de una nave aterrizando irrumpió en la tranquilidad apacible del planeta Solutu. La compuerta se abrió dejando ver a sus ocupantes, un chico salió primero, era alto, de cabello negro y un poco largo, de tez blanca y ojos oscuros. Caminó con firmeza hasta llegar a una base militar que se encontraba próxima a él. Un hombre de edad madura lo esperaba en las afueras, lo miró fijamente sin desprender la vista de él. Se detuvo cuando estuvieron frente a frente.
—Pensé que no vendrías —dijo el hombre más mayor, el chico lo vio escéptico y fijó su mirar en un punto alejado del horizonte.
—Me llamaste, si lo hiciste es porque algo importante está pasando, de lo contrario no lo hubieras hecho.
—Eliot, por favor no digas eso...
—Solo dime la maldita cosa que quieres que haga, me quiero largar de aquí lo más rápido posible Arnoldo, perdón, teniente —Arnoldo le vio con resignación dejando escapar un sonoro suspiro.
—Darkos ha expandido su reino, la oscuridad ha estado ganado terreno en lo últimos meses, pensamos que él ya no conquistaría más sistemas solares, nos equivocamos, ha estado absorbiendo la energía de las estrellas hasta apagarlas y poner todo en las tinieblas, no hay manera de cesarlo mucho menos de detenerlo...
—Si estoy aquí es porque han descubierto algo, no me des más rodeos, dímelo ya, el tiempo no me sobra.
—En la Tierra se encuentra la solución, hemos captado fluctuaciones extrañas desde hace varios años en ese lugar, se siente como si fuese la energía de Nirvana, es tan leve que parece una ilusión, pero hay otra energía que no la deja crecer y la apaga por completo, es una energía de la misma naturaleza que el poder de Darkos, aunque él no ha estado en la Tierra desde hace muchos años. Hay rumores de que la última vez que Darkos fue a la Tierra dejó algo en ese lugar, pensamos que puede ser algún artefacto que contenga un poco de su poder, si lo encontramos podríamos saber la debilidad del señor de la oscuridad.
—Entiendo, lo que no me explico es lo de Nirvana, ella desapareció hace trece años, en ese entonces yo tenía apenas ocho años, no creo que esté viva.
—Tú eres el elegido según la profecía...
—Según un escrito que nunca en mi vida he visto, no me molesta ser el que tiene que acabar con Darkos, pero no le den tanto auge... Me voy, ya sé cuál es mi misión.
Eliot se marchó dejando un poco melancólico a Arnoldo y muy pensativo a la vez. Llegó a la nave y la abordó al instante, caminó hasta encontrarse con una chica de un cabello extremadamente corto, negro y tez blanca.
—Janet, pensé que estarías volando la nave —dijo Eliot mientras pasaba a un lado de ella, Janet caminó junto a él antes de contestar.
—Le dejé el trabajo a Michael, me dijo que él se encargaría —anunció Janet restándole importancia al asunto mirando el reloj en su muñeca.
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Nirvana
General FictionUna profecía lo decidirá todo, el destino del universo está en las manos de Eliot, pero puede su error ser enamorarse de la hija de su enemigo a la cual tiene que enfrentar a muerte por ser el elegido. Darkos hará todo lo posible por ser el supremo...