Cuando tus labios se unieron a los mios por primera vez todo mi cuerpo se estremeció, cada particula de mi cuerpo se sintio de una manera totalmente distinta.
Como nunca antes se había sentido, pero como siempre quiso.
Podria escribir miles de líneas sobre ese primer beso, sobre como me hizo sentir, sobre cuanto lo esperé.
Y la verdad cada línea solo terminaría en la basura, porque no hay manera de describirlo.
Estoy completamente segura de que mi corazón dejo de latir por unos segundos, o tal vez el tiempo avanzó más lento de lo habitual, pero juro que sentí como cada segundo me consumía, como el tiempo avanzaba a través de nosotros, como tu nariz se despegaba ligeramente de la mia, como tus labios se aproximaron a los mios.
Intentar describir ese beso es como intentar describir el color amarillo, es brillante, es vibrante, escalofriante, como el color mismo, es luminoso, el más cálido, ardiente y expansivo.
Fue del color del sol, de la luz y el oro, y como tal fue violeta, intenso y agudo.
