Capítulo 7. Y todo porque le quería.

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   Para cuando llegamos al hotel, estaba más que claro que ninguno de mis amigos recordaba lo que había ocurrido en la nave. Según ellos entramos, vimos que no había nada, conseguimos abrir la puerta y salimos. Ya está. Nada de sombras tenebrosas.

   Y nada de Aaron, por supuesto.

   Todavía era temprano para cenar, así que fuimos a una de las 'salas sociales' — así era com Anastasia as llamaba, pero básicamente era una habitación abierta a todos con teles, sofás y mesas de billar o dianas para dardos— y nos sentamos en una mesa para cuatro que hacía esquina. Según Rachel para pode planear la venganza tranquilos.

   Después de casi una hora sin llegar a ningún acuerdo, cogimos unos refrescos de las neveras y volvimos a sentarnos, hasta que Matt rompió el silencio.

   — Has estado muy callada Crystal, ¿estás bien?

   La pregunta no me pilló para nada por sorpresa, de hecho, me estaba empezando a parecer extraño que no me lo hubiese preguntado antes. Matt solía ser muy observador, y estaba claro que yo no estaba muy centrada en tema.

   — Si, es solo que...

   Por un segundo, me planteé contarles toda la verdad, desde el principio, desde lo que pasó en realidad el día que Aaron desapareció. Pero deseché la idea casi al instante, eso no me traería más que problemas, y eso era lo último que quería.

   —No sé chicos — continué—, creo que todo esto de la venganza no merece la pena.

   — ¿QUÉ? — gritó Rachel nada más terminé de hablar— ¿Cómo puedes decir eso? ¿Quién eres tú y qué has hecho con nuestra Crystal?

   — Rachel tranquliza...

   — ¿Cómo no vas a querer vengarte de los idiotas?

   — Pues porque no ha sido para tanto. Además tu misma lo has dicho, son idiotas, y estarán esperando a que nos venguemos para poder vengarse ellos de vuelta y así sucesivamente. Llevamos haciendo esto años, ya es hora de parar.

   — Pero.. Pero...

   — Además — continué— Ya no somos unos críos, no podemos estar planeando venganzas estúpidas cada cinco minutos.

   Nadie en la mesa decía nada, y Rachel me mirada con la boca abierta. Parecía estar en estado de shock.

   — Esto no puede estar pasando...— balbuceaba.

   Sin dar ninguna explicación me levanté y me fui hacia mi cuarto. No estaba de humor para conversaciones sinsentido. Necesitaba estar tranquila y pensar sobre lo que había ocurrido.

   Mientras esperaba para coger el ascensor, Matt me alcanzó.

   — Espero que a mi me digas la verdad.

   — Creía que ya habrías intentado hurgar en mi cabeza.

   — Crystal...

   — Matt, no me pasa nada, solo me apetece estar sola, y sabes, sin gente alrededor. Y eso te incluye a ti.

   En ese momento llegó el ascensor, y desde dentro, antes de que se cerraran las puertas, pude ver que mis palabras le han habían dolido. Pero era mejor así. Nadie podía saber lo que había pasado, ni siquiera él, y no podía arriesgarme a que me leyera la mente.

   Llegué a mi cuarto y me tumbé en la cama sin siquiera quitarme la ropa. No esta de humor para hacerlo. No estaba de humor para hacer nada en realidad.

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