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Por razones místicas del universo ésta semana 8cho ha estado un tanto distraído, más de lo normal y en cierta parte me llega a preocupar. Le he preguntado insistentes veces si está enfermo o hay algún problema con su canal pero siempre me contesta que esta todo perfecto y luego me dice algo como "¿Si recuerdas que te quiero, verdad?" Mientras acaricia mi mejilla y me mira de forma tierna pero con un destello de preocupación.

Para mediados de semana mi preocupación por él esta rebasando mis límites naturales así que decido luego de mucho pensarlo en hablar con la persona mas cercana a él, el que lo ve cada minuto de los 365 días del año, su hermano.

Pico a la puerta jugando con las hojas que se amontonan en el suelo mientras espero a que Triline me abra. Le pedí en la mañana si podíamos hablar a solas, sin 8cho en casa y se le ha ocurrido mandarle a recorrer todo el centro en busca de no se qué. La puerta se abre completamente y Triline deja pasar antes de que me congele afuera.

Vamos hasta su habitación donde me acomodo sobre la cama y él se sienta enfrente de mi.

— ¿Pasa algo malo? ¿Por qué querías que hablaramos sin 8cho aquí? ¿Se han peleado o algo? —inquiere atosigandome de preguntas.

— No, no. Estamos más que bien es solo que estos días desde la fiesta de halloween lo he notado extraño. ¿Sabes si está enfermo? O ¿Ha tenido problemas en el canal? —pregunto mirandome las manos con leve desánimo.

— No ha mencionado nada de sentirse mal y tampoco he visto cambios drásticamente malos en su canal —dice haciendo memoria mientras se golpetea la frente.

— ¿Estas seguro? Veras toda esta semana... —y empiezo a contarle todo a Triline, desde los repentinos mensajes de buenos días hasta las melosas buenas noches que me da luego de incansables horas en la ventana. De la actitud distraída que ha tenido estos últimos días y que lo he encontrado mirando puntos inexactos, sumido absorto en sus pensamientos y que cuando le pregunto que pasa solo me sonríe con un deje de lastima.

Triline abre los ojos notablemente consternado por ni relato y veo que se muerde el labio con nerviosismo.

— ¿Te suena algo? —le pregunto.

— La verdad no. Es como si hablasemos de dos perdonas diferentes —dice confundido y en cierta parte tiene razón— ¿Desde cuándo lo has notado así?
— Desde el día después a la fiesta de Halloween y la verdad no se qué pasó, había estado normal toda la noche anterior —suspiro frustrada al no poder resolver este puzzle imaginario. Hay piezas que no encajan, algo falta.

Vuelvo mi vista hacia Triline que observa con expresión de lastima hacia mi, mi estómago da un vuelco haciendome sentir mal.

— ¿Crees...crees que este viendo a otra chica? —planteo con miedo. La sola idea de que él pueda hacer eso me hace picar los ojos.

— ¿Que? ¡No! Vanessa por dios...él no...—dice exaltado pero inmediatamente se calla.

— Si sabes algo dímelo —le suplico con la voz rota y noto la vista borrosa por las lágrimas que se han reunido en mis ojos.

— Vanessa...—susurra con un hilo de voz.

— Por favor... —vuelvo a suplicar y es cuando mi voz se quiebra por completo.

— Ven aquí...—murmura antes de arrimarse a mi y abrazarme mientras lagrimeo sobre su pecho.

Su mano acaricia mi espalda suavemente mientras aguarda a que yo me reponga y deje de pensar algo que quizá sea erróneo. Aun con la cara enterrada en su cuello dejo que las ultimas lágrimas resbalen por mis mejillas hasta su jersey, mojandolo levemente. Cuando dejo de sorberme la nariz y temblar, Triline se aleja lo suficiente y toma mi cara entre sus manos limpiando la estela de lágrimas con sus pulgares.

El chico de la ventana [ 8cho Fanfic] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora