El chico de la ventana [ 8cho Fanfic]

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Maratón 1/5.

- ¡Santa flecha que atravesó a Coin! -grita June euforica.

Estamos en mi sala mientras le cuento lo que paso más temprano en el café.

- ¡No grites! Podrían escucharte o algo -le susurro poniendo una mano sobre su boca- Voy a soltarte y será mejor que hables bajo.

Murmura cosas ininteligibles bajo mi mano antes de sacar la lengua y darme un lameton baboso.

- ¡Ew! ¡June, que asco! -quito mi mano a la velocidad de un rayo y me limpio de mi pantalón.

- Te adverti que lo haría si no me soltabas -dice medio riendo.
- ¿Cuantos años tienes? ¿Siete? -le regaño yendo hacia la cocina para quitar sus babas de mi mano

- Estoy segura que mi identificación dice que tengo veintiuno, pero claramente podría ser falsa -dice dándose golpecitos en la barbilla.

- Eres un caso perdido -sacudo mis manos al aire haciendo volar gotitas de agua.

Regresando a la sala encuentro a June entretenida jugueteando con mi móvil en mano mientras teclea frenéticamente.

- ¿Qué se supone que haces? -cuentiono terminando de secar mis manos con mi camiseta y arrebatando el celular de su mano.

- Bueno estaba ahí tirado y sin contraseña. Llegó un mensaje y me tomé la libertad de revisarlo, aparentemente alguien que no es tu novio te esta invitando a cenar esta noche -su lengua acaricia las palabras en tono malicioso y no puedo evitar estremecerme. Se escucha tan raro.

Mi novio.

Mío.

Le lanzo una mirada reprobatoria a mi amiga y me concentro en la pantalla de mi móvil. Es un mensaje de Triline.

TriL♥: Iremos en la noche a un restaurante chino, ¿Quieres venir?

Vn: Claro ¿Puedo llevar a mi carismática amiga June? √√

TriL.♥: No creo que haya problemas.

Le lanzo una mirada asesina esta vez por inmiscuirse en mis asuntos.

- ¿Por qué te auto-invitaste? -le reprocho mirandola mal.

- En teoría, tú lo hiciste. Gracias por recordar que amo la comida china -me da una sonrisa amplia y no puedo evitar blanquear los ojos.

- En definitiva eres un caso perdido -tomo uno de los cojines del sofá y se lo aviento.

- En fin, ¿me prestaras ropa? No quiero conducir a casa en busca de algo -se echa al sillón con flojera.

- Bien, pero a cambio deberás comprarme croquetas de camarón y una canasta de ese pan que te dan en el restaurante -digo señalandola.

- Solo si me prestas esa hermosa camisa ajustada color turquesa que te regalo tu abuela para tu cumpleaños -negocia totalmente seria.

Vale cuando saca a juego la camisa turquesa significa que la situación es seria, muy seria.

-Quiero un paquete de galletas oreos dobles y es trato hecho -le extiendo la mano para cerrar el trato. Ella me analiza con los ojos entornados meditando una respuesta.

Finalmente estrecha mi mano de mala gana gruñendo.

- Eres tan manipuladora.

- Aprendí de la mejor.

- ¿Eso es un halago o insulto?

-Tomalo como gustes.

Nos miramos retadoramente lanzando chispas al aire antes de estallar en carcajadas rodeandonos por el cuello.