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—  Natsu. –murmuro frente a él.

—  ¿Sí? –respondió.

—  Di mi nombre.

Que egoísta era. Miro sus ojos verdes mirar sus ojos cafés determinadamente, busca una respuesta a lo que ella le pedía.

Él, inconscientemente, levanto su mano directo a su mejilla acariciándola con suavidad. Aunque eso no era lo que le había pedido, él lo estaba haciendo gustoso, pues su corazón comenzaba a latir con fuerza.

Definitivamente era egoísta.

Rieron a lo bajo y unas sonrisas fugases pasaron por sus labios.

—  Lucy...

—  ¿Te gusta mi nombre? –pregunto, esperando, anhelando que el contestara con rapidez.

—  Si -aparto su mano de su mejilla, queriendo atrapar por siempre ese calor que ella tenía-, me gusta.

Lucy sonrió y dio la vuelta caminando una vez más por aquel camino que todos los días recorrían. Pero el solo podía maravillar una cosa y era como su cabello gentilmente se revolvía al voltear.

—  A mí también -menciono con una sonrisa aún más grande que la que él cargaba-, me gusta tu nombre.

Y él deseo, poder guardar ese momento para siempre.

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Realmente estoy amando esta historia.

                  

Disfruto mucho escribirla, aunque sean solo capítulos cortos.

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