¿Enamorarme? No, gracias.

Cerdo.

-Mira, chico. Me pasó algo increíble. Estaba comiendo mangos en una hacienda humilde -si claro, pinche desgraciado- por allá en el Estado Barinas, por cierto un saludo a todos los compatriotas de allá, sigan rodilla en tierra que el mercal llegara pronto. Bueno, en lo que estaba. Sentí la presencia de algo... Algo sobrenatural... ¿Me entiendes? Y cuando volteo veo a un cerdo, un cerdo lindo y rosadito que tenía la mirada fija en el mango que llevaba en mis manos. Me acerco a él y empieza a moverse, inquieto. Entonces le lanzo lo que me quedaba del mago y me agradece con su mirada, unos ojos que ya había visto antes. Me le quedo mirando perplejo y confundido.

Y es ahí cuando me doy cuenta que se trataba de mi comandante eterno, Higo Chayota. Me senté en el fango con él y empezamos a revolcarnos -ósea que por fin estabas en tu habitad natural, ridículo- Ambos felices. Yo reía y el hacia oing oing... -se le escaparon unas lágrimas y luego cortan la imagen- Y bueno, acaban de ver una pequeña parte de la conmovedora entrevista realizada al Presidente de la República de Venezuela, Nickola Brocolli. Mañana a las 7:00 pm, en Palabras necias, odios sordos.

-¿También viste eso? -le digo a mi madre con la boca llena- ¿¡Que presidente dice que su comandante eterno reencarnó en un cerdo!? Tanto mago le afecto el poquito cerebro que le quedaba -bebo café-.

-Yo... Me voy a trabajar, cariño. Creo que estoy en shock. Nos vemos para la cena -me da un beso en la cabeza y se va a su trabajo-.

Entro a la tienda con mal humor y es que no puedo soportar que el presidente de mi país diga esas estupideces, avergonzando a todos los venezolanos...

-¿Alguien se paró de malas pulgas hoy? -me pregunta Michael-.

-¿Viste la última de Brocolli? -le digo con los brazos cruzados-.

-El cerdo Chayota. Si, definitivamente ese tipo tiene más imaginación que Harry Potter y Juego de Tronos juntos -me rio un poco y veo a Claudia entrando-.

-¡Hola, gente hermosa! Michael, hablare con mi mejor amiga te guste o no. Es importante -me agarra de un brazo mientras va a guardar sus cosas- Estas cordialmente invitada el viernes 28 de diciembre a la fiesta del año. Tema: ¡Superhéroes y villanos! Que por cierto, debes decirme de que te disfrazarás, para que nadie este igual y todo salga bien -me dice con una enorme sonrisa - Y bueno, ¿Qué te parece?

-Es tan ustedes que... ¡Me parece genial! -recuerdo que la mayoría de los viernes de mi ultimo año de bachillerato la pase viendo este tipos de películas con Alex, Claudia y Sofi- Y... elegiré a Harley Quinn. Seré la villana más sexy de la fiesta -no sé si es el color de su cabello o la actitud de este personaje lo que me encanta-.

-¡Harley Quinn y Guasón! -pega un grito y da saltitos- Eso es... Per-fect -me rio-.

-¿Que Guasón, chica? Te recuerdo que no tengo con quien ir -veo que dirá algo- Y no, no invitare a Reyes. Pensé que te había quedado claro.

-Pero... Pero... -hace pucheros- ¡Su humor se parece al del eterno rival de Batman! Además de que será... tu sexy papasito, es decir, payaso -me guiña un ojo-.

-¡Eres una pasada! Te dije que invitare a Eduard, si es que acepta, claro. Porque ese es mas aburrido que yo -digo entre risas y camino hacia atrás- Me voy, que debo trabajar -le digo y me dirijo a mi tienda-.

-Hasta mañana, chicas -dice Michael-.

-Nos vemos -decimos al unísono Claudia y yo-.

-¿Cuándo vamos a ir de compras? Debemos ver los disfraces y... -la interrumpo-.

-¡¿Vives en Narnia o qué?! Es obvio que no puedo gastarme el sueldo en un disfraz -le digo y niego con la cabeza-.