Sábado.

725 99 34
                                    

Beep-Beep Beep-Beep

-¿Mmmm? -¿Mas o menos? Hoy es sábado, no tendría que sonar la alarma... ¿O sí...? Me volteo y abro un ojo para ver que son las 8:00 am. No tengo nada importante hoy que yo recuerde, seguro se me olvido desactivarla, como siempre. Alargo mi brazo hasta la mesita de noche para callar el fastidioso sonido que proviene del reloj. Y casi al instante vuelvo a quedarme dormida.

Escucho a lo lejos la voces de Little Mix, y la canción es Hair. En seguida reconozco que es el nuevo tono de llamada de Natalia, ¿Ahora que querrá? Con todo el dolor del mundo me despierto y espero unos segundos mientras vuelvo de mi breve siesta, parpadeo varias veces para poder contestarle.

-Bostezo y me estiro un poco, arrepintiendome de no dejar que la llamada pasara al buzón de voz- ¿Qué pasa? ¿Por qué me llamas a estas horas de la mañana un sábado?

-¿En serio, Paula? No me digas que se te ha olvidado que hoy íbamos a salir... -me levanto de un solo golpe con los ojos muy, muy abiertos- ¡Porque te mato! Siempre es lo mis...

Me quito el teléfono del oído para poder ver la hora y darme cuenta que son las 9:30am. Y entiendo que por eso sonó la alarma... ¿Debería preocuparme de que mi memoria este en este estado?

-¡Ay no! -la interrumpo- Nat, discúlpame. Yo-yo... -Ya me he quitado el pijama y ahora estoy dando vueltas por mi cuarto buscando la ropa-.

-¿Tú que, Pau-la? -dice mi nombre en sílabas y escucho que respira hondo para calmarse o... ¿Contenerse? ¡Pero que mujer más estresada!

-Me quedé dormida... Pero tranquila, ya me estoy poniendo el pantalón -digo mientras meto una pierna en los primeros jeans que encontré-.

-No estoy jugando a "Juguemos en el bosque mientras el lobo no está" -lo dice con la melodía de la canción infantil pero de manera muy sarcástica y debo contener mi risa-.

-JA JA. Muy graciosa. Nos vemos en el Café.

-Si es que no me voy antes -dice molesta-.

¡Me esperas!... ¿Hola? ¿Natalia? -al ver que no tengo respuesta sé que me colgado ¿De verdad se ha puesto así porque me he quedado algunos minutos, bueno... Una hora más durmiendo? Que malcriada-.

Al terminar de vestirme salgo corriendo al baño, llevándome a Margot por el medio y pisándole una pata -Disculpa, Margot. Pero siempre andas atravesada- es lo que logro decirle para luego seguir con el maratón e ir a la cocina para buscar algo de comida. Mientras unto un poco de mantequilla en mi rebanada de pan escucho a mi mamá pelear con el reportero del canal 15, lo sé porque es lo que hace todos los fines de semana.

-Buen día, bendición ¿Ahora que estupideces están diciendo? -le digo desde el marco de la puerta y se asombra un poco al verme despierta-.

-Dios te bendiga. Imagínate, Paula. Dijo que él llego a conocer el sabor de un bistec a los 16 años. Porque en la 6ta República su padre no tenia para pagar eso. Por favor, si nosotros eramos 9 -dice refiriéndose a mis abuelos y tíos- y comíamos mejor que ahorita, que cada quien tiene un sueldo -me mira un momento y dice- ¿Vas a salir?

-Sabes que para ellos no hay nada mas perfecto que su dictadura, es decir, gobierno -le respondo a su queja- Ah, si. Se me olvido comentarte. Saldré con Nat, por cierto estoy retrasadisima -digo mientras vuelvo a mi cuarto y busco un bolso y mis dos teléfonos el Android (no la gran cosa) y el perolito-.

-Esta bien. Cuídate, hija. No llegues tarde y salúdame a tu prima.

Me despido de mi mamá y salgo caminando unos metros hacia la parada de autobuses. Ya montada en él envió un mensaje a mi hermosa prima diciéndole que ya voy llegando. Por suerte no hay tráfico.

Cuando llego al Café donde iba a encontrarme con Natalia y no la encuentro, pienso por un momento que en realidad se ha ido. Hasta que la veo haciéndome señas en la mesa más lejana en una de las esquinas.

-¡Hola, amargada! -le digo con mi mejor sonrisa- ¿No había una mejor mesa?.

-Ya vas a empezar a quejarte. Cállate y siéntate que tengo mucho que contarte -dice con una risita ridícula y ya se de quien se trata-.

-No me digas que madrugue un sábado y me vine corriendo como estúpida para que me hables del imbécil ese -le digo, poniendo en blanco mis ojos- No hoy por favor -y hago un puchero-.

-Paula ¡No lo llames así!- dice, frunciendo el ceño y haciendo caso omiso a lo que le dije-.

-Pero Natalia ¿Vas a seguir con lo mismo? ¿No es suficiente con que te haya dejado plantada la semana pasada? Y esa no es la primera vez, de verdad que no te entiendo ¡No puedo contigo!

-No, no. Pau, acuérdate que el trabaja demasiado -cuando escucho eso se me escapa un suspiro agotado, de verdad que no tiene remedio- Ya me explico el por qué no fue. Lo que pasa es que -la interrumpo-.

-Aff... Ya va, ya va. Espera un momento. Si me vas a hablar de ese temita que sabes me irrita tanto por lo menos, me compras un helado -digo con los brazos cruzados y con una ceja levantada-.

-¡Que fastidiosa eres! -susurra- ¡Mesero! -levanta una mano para que puedan verla-.

Ya que las dos tenemos nuestros helados me dispongo a escucharla. Y me llevo LA SORPRESA al ver lo que me dice. Es mas, ni puedo creerle.

-Bueno, bueno. Lo que tengo que contarte es que... Albert y yo... -me mira con una gran sonrisa- ¡Somos novios! -dice aplaudiendo como si tuviera algún problema, mientras que yo estoy ahogándome con el helado que ya no quiero. Cuando logro recuperarme le digo-.

-¿¡Que!? -abro los ojos como platos y siento que me falta el aire- ¿Co-como que son novios...?

---------------------------------------------------------------\o/---------------------------------------------------------------------

¡Holas! :D No olvides votar si te gustó y comentar si no tienes flojera para escribir xD ¡Muchas gracias por el apoyo!

PD: La foto del capitulo es un amanecer en Caracas, Venezuela *O*. Hermoso, ¿no crees?

@Sra_Pirulin <3

¿Enamorarme? No, gracias.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora