Suspiros.

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-No... -digo con una tonta sonrisa- No tengo –y niego con la cabeza-.

-2300 -dice sin emoción alguna-.

-¿Cómo dices? -arrugo mi frente, confundida-.

-Lo de Margot... Son Bsf 2300.

-Ah... -asiento decepcionada- ¡Claro! -digo con una forzada sonrisa... Idiota-.

-¿Efectivo o débito? -y vuelve a poner la ridícula sonrisa que me gusta tanto-.


-¿Que hizo qué? -dice Claudia con la boca llena. Ya es lunes y aprovecho de contarle durante el almuerzo mí... Hermoso encuentro con David-.

-¡No lo sé...! -abro los brazos- Me pregunta si tengo novio y ¿Luego me cobra? -bebo jugo-.

-Ese tipo siempre me cayó como una patada en los huevos -responde con naturalidad-.

-Tú no tienes huevos -digo riendo-.

-Aja -traga- pero si tuviera, te aseguro -me señala- que me caería como una patada en ellos -agarro una de sus papas fritas- ¡Hey!

-Es una sola, egoísta -digo masticando-.

- Como sea -pone los ojos en blanco- Y luego... ¿Qué hiciste?

-Pagar, agarrar mi muchacha, e irme -recuerdo la cara de tragedia que tenía cuando salí del lugar-.

-¿Y es que la niña quería algo más? -dice con una ceja levantada-.

-Yo... Bueno... -digo moviéndome en la silla, incomoda-.

-¡Lo sabía! -dice eufórica- ¡Aun te gusta! -le da un golpe a la mesa-.

-No, claro que no... Eso fue hace un año más o menos ¿Cómo me va a gustar...? -hago un ademan con la mano- Pero -digo insegura- debo admitir que volver a verlo ahí tan...

-Amiga ¡NO! -me pega en la muñeca- Niña mala

-Auch... ¿Qué te pasa, loca? -le digo mirando mi mano-.

-Mario ¡Eso pasa! -responde como si fuera la cosa más obvia-.

-¿Mario? ¿Qué tiene que ver ESA -remarco- persona con mi cuento?

-¿Ya lo olvidaste? -se lleva una mano a su pecho, haciéndose la ofendida- Eres la peor...

-¿Eh? -digo y mi cara es como si un chino me hablara-.

-Mario... Encuentro... Mi fiesta... ¿Recuerdas? -termina con una sonrisa-.

-¡Que no lo invitare! -digo un poco molesta- ¿Es tan difícil entender, captar y/o retener esa información para Claudia Ferrer? -ella pone los ojos en blanco-.

-Mira, Arango. Seamos claras en algo. David siempre estuvo consciente de tus sentimientos hacia el -¡Mentira!- y simplemente no le dio la gana darte una oportunidad, o por lo menos rechazarte ¡NO! -vuelve a gritar- Se hacia el interesante el muy imbécil y para colmo, funcionaba contigo -Okay... El rumbo de esta conversación está cambiando-.

-Rio secamente- Oh, discúlpame por no ser el estúpido cliché. Discúlpame, no ser una más de las que le besaban las patas a la bestia de Mario Reyes.

-¿¡Y quien coño dice que David era o por lo que veo ES -remarca- el príncipe de tu historia!? -la fulmino con la mirada y...-.

-Chicas... -llega mi salvación-.

-Ya sabemos Michael... -miro desafiante a mi mejor amiga-.

-¡A trabajar! -Claudia imita su voz y me mira de la misma forma-.

¿Enamorarme? No, gracias.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora