La chica que estaba enamorada de la lluvia

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Todos comentaban que aquella mujer estaba loca aún siendo muy joven. Se tiraba días, incluso noches, sentada en un árbol. Su mirada estaba siempre perdida y como algunos ya decían algo muy malo ha esa mujer debió de ocurrirle.

En los días de lluvia ella salía de su casa y se quedaba ahí quieta, esperando a que algo o alguien se encontrara con ella, pero eso nunca ocurría.

Muchos intentaron ayudarla, desde médicos hasta psicólogos, pero nada funcionaba. Algunos afirmaron que en realidad ella no estaba loca, solo perdida.

Pasaron pocos años y la joven murió por una grave enfermedad y entonces el pueblo descubrió su verdadera historia.

Ella estaba enamorada de un pobre atormentado que quería morir, quedaban cada noche debajo del mismo árbol y ella le recordaba las razones para no matarse. Una noche ella faltó a la quedada porque tuvo que cuidar de su enfermo padre. Al día siguiente encontró el cuerpo del chico muerto debajo del árbol, estaba empapado por la lluvia y sucio por el barro.

Ella se maldijo millones de veces y también maldijo al chico que amaba porque le había roto el corazón. Ella creía que el se recuperaba de la muchedumbre que le rodeaba y que entre ellos había más que amistad, pero no fue así.

Se quedó sentada debajo del árbol con el cuerpo del chico a sus pies y la lluvia empezó a caer de una manera muy brusca.

Ella afirmaba que entre toda esa lluvia pudo ver una sombra masculina y unos brazos fuertes la rodearon susurrándole al oído la palabra perdón, pero allí no había nadie más que ella.

Cada vez que llovía volvía a aparecer esa sombra que reconfortaba a la apenada mujer y ella no podía evitar el deseo de abrazar a la sombra, aunque para otros solo abrazaba su cuerpo mojado para ella era mucho más.

Cuando murió los vecinos la enterraron debajo del árbol, junto con el cadáver del otro joven, para que por lo menos en la vida de los muertos pudiesen estar juntos.

La chica que estaba enamorada de la lluvia







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