Bad Machines | BTS

Jungkook

Humano | Estudiante | 20 años

Jeon Jungkook es bien conocido por todas las cosas que puede hacer a tan corta edad. Increíblemente talentoso en muchos campos. Su ambición, determinación y buenas calificaciones lo han llevado a ganarse esa fama. También es conocido por ser extremadamente cercano al compañero y ayudante del famoso desarrollado de cyborgs; Taehyung.

Siempre que terminaba un día de escuela, visitaba a su "novio" en el trabajo. A NamJoon no le quedó más remedio que aceptar y acostumbrarse a su presencia diaria, inclusive creo un espacio donde podría hacer su tarea y esas cosas que suelen hacer los que estudian.

La gente de su escuela nunca perdía una oportunidad para recordarle a Jungkook cuan raro y antisocial creían que era. No importaba quien, siempre lo marginaban sin una razón aparente. Pero para el, carecía de importancia todo eso, mientras tuviera a su lado a un ser con sonrisa rectangular, nada podría salir mal. Jamás piensa decirle a sus padres sobre lo que le ocurre en la escuela o sobre Taehyung, porque no quisiera preocuparlos, piensa que puede manejarlo solo. Después de todo ya es un adulto que pronto se graduara. 

—Ese artista...G-Dragon ¿Que tiene que no tenga yo? ¿De verdad lo amas tanto? —Taehyung encogió los labios y arrugo la frente, era evidente que estaba celoso. 

—Amar es peligroso.

—Se de eso. —Mientras miraba a Jungkook, se humedeció los labios como era su costumbre y se los modio. Algo quería confesar.

—¿Cómo sabes de eso? ¿Amas a alguien más? ¿Me dejaras verdad? Encontraste a alguien mejor y ahora estas rompiendo conmigo ¿Que si?

—Jungkook no...

—Sí, lo sabía, presentía que llegaría el final.

—Jungkook...

—Déjame procesarlo, debo exhalar e inhalar. ¡No, espera! Se supone que es al revés.

—Kookie, te amo.

—¿Que? —El menor miro de golpe a Taehyung. Jamás le habían dicho eso. Ni sus mismos padres, jamás. Sintió su estómago dar un vuelco.

—Sé que es peligroso, pero no importa. Te amo porque si y no por a causa de. Ahora es que me doy cuenta. —Tomo de los hombros a Jungkook, como si con ese simple acto, pudiera detenerlo para que nunca se fuera lejos.

—Dilo otra vez. —Una sonrisa boba se formó en sus labios. Mientras esperaba lo que ansiaba escuchar, sus ojos se posaron en la boca contraria.

—Te amo.

Debes de estar cansado que cada que aparezco yo, es para dar malas noticias sobre que paso con ellos dos. Tú, que te encuentras al otro lado del monitor déjame decirte que no tuvieron un final feliz, al menos no como lo piensas. Días después de la graduación de escuela, los padres de Jungkook descubrieron la relación homosexual que tenía su hijo, perplejos y enfadados, se lo llevaron lejos. Arrebatándolo de Taehyung. Creían que si su hijo cambiaba de ambiente, se "compondría." Pero no fue así. Ambos se estaban ahogado. La señora de negro, la depresión, poco a poco se los comía y ellos se lo permitían, después de todo ¿Que caso tenia seguir viviendo ya? Parecía que cada que Taehyung encontraba una pista del paradero de Jungkook, sus padres le movían la jugada, como si ese pequeño que tanto amaba solo hubiera sido un producto de su imaginación.

—Jungkook ¿Cuál es tu mayor deseo? — Uno de sus nuevos conocidos le cuestiono en el parque. Al instante los ojos se le cristalizaron ¿Se estaba burlando de el? Suspiro. Era inevitable no pensar en la posibilidad de volver a verlo. Taehyung. Y como si su hada madrina lo hubiera escuchado, lo vio. Pero...No podía ser el ¡Imposible! Venia tomado de la mano con un cyborg... Esos metálicos seres se volvieron despreciables para Jungkook tan rápido como se había cumplido su deseo. Mientras ideaba planes malévolos para fundir metal, ambos cruzaron miradas. Los ojos de Taehyung brillaron para después volverse simples líneas. Sonreía. El menor solo pudo mantener su expresión de perplejidad. Sin perder tiempo, sus cuerpos ya se encontraban fundidos en un abrazo.

—Ta-Tae...

—Kook... No lo vuelvas a hacer. Te amo. —Las explicaciones vendrían mas tarde.

—Dilo otra vez.

—Te amo. —Taehyung tomo de las mejillas a Jungkook y unieron sus labios en un tierno beso. Después de tanto tiempo. Los dos volvían a respirar.

Y quizá no fueron siempre felices, pero se divirtieron.