8. No-protagonismo.

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-¿Eres consciente de todas las ventajas que tienes? -habla Rudie con ímpetu.

-¿A qué te refieres?

Jim, Rudie y yo caminamos por los pasillos el Instituto hacia nuestra siguiente clase. Drew ya se ha retirado a su clase de Química y cuando no está presente, lo único que hacemos es debatir y hablar sobre ella justamente cómo lo estamos haciendo ahora.

-Tienes la oportunidad de convivir con tu personaje ficticio. ¡Esto es más que asombroso! Drew es increíble en Imperfecta y en la vida real es maravillosa. Estoy extasiada y soy simplemente tu lectora, Andy. ¡Tú eres el escritor! ¡El creador! -susurra-¿Cómo rayos lo hiciste? Tengo una lista de chicos ficticios para sacar de libros. ¿Me dirás tu fórmula?

Recuerdo a la Abuela Nany y su loca carta en el libro. Si le hubiera sacado una fotocopia y la repartiera a todos aquellos lectores como Rudie, este mundo tendría una sobrepoblación de personajes ficticios.

-No lo sé. No hice nada, simplemente... apareció-miento con la mirada fija en el suelo.

-¿No has pensado en escribir más sobre ella? -habla esta vez Jim.

-No. ¿Por qué lo haría?

-Deberías intentarlo. ¿Qué tal si la pudiéramos modificar?

-¿De qué hablas?

-Supongamos que escribes un capítulo más de Imperfecta. Y en ese capítulo te tomas la molestia de cambiarle ciertas características a Drew. Después de todo tu eres su dueño. Puedes hacerla más sexy, algo coqueta, que se vista mejor, que arregle ese raro cabello... ¡Patatas! -grita al sentir el golpe que le he dado en el estómago. Se sostiene el abdomen y se inclina sobre su torso, adolorido. Rudie se acerca a él para ayudarlo.

-¿Estás bien, cariño?

-Creo que se me rompió un intestino.

-Escúchame bien Jagger-me inclino para que pueda escucharme-Drew ahora es una persona. ¡Es humana, tonto! No un experimento con el que se puede jugar. Quizás pueda escribir sobre ella y modificarla, pero no lo haré. ¿Por algo la historia se llama Imperfecta, no? Si ella es así, es porque yo lo quise. Los veo luego-comienzo a caminar lejos de ellos hacia mi próxima clase.

.

.

Aquí me encuentro, una vez más.

Matemáticas.

Sarah Bush está resolviendo algunas ecuaciones en el pizarrón-aparte de ser linda, agradable y perfecta, es estudiosa- mientras que los chicos aprovechan el buen panorama que tienen de su trasero, incluyendo a Kian Dobers. Idiotas. Yo me limito a darme golpes en la frente con el puño pero luego me detengo, si sigo haciéndolo creerán que soy esquizofrénico. Observo la página en blanco que tengo frente a mí, dónde se supone que deberían estar mis anotaciones. Soy un asco. Necesito salir de aquí.

Levanto mi brazo.

-Dime... muchacho.-dice el profesor al verme.

"Muchacho" ¿Saben qué significa? Significa que el profesor no tiene ni la mínima idea de cuál es mi nombre gracias a que soy una "Etcétera" y se vio obligado a decirme muchacho para llenar la oración. Sí, mi triste vida.

-¿Puedo ir al baño?

Frunce los labios-De acuerdo, pero no demore.

¿Cómo se le ocurre, profesor? ¿Yo? ¿Demorar? Ni siquiera volveré.

-Gracias- me levanto de mi puesto y salgo de aquella irritante aula con pasos rápidos.

La verdad, ir al baño no está entre mis planes. Mi vejiga está vacía por el momento. En estos últimos días he empezado a salirme de las clases que no soporto. Pido permiso para ir al baño pero le doy un radical cambio a mi destino principal y me dirijo hacia la Biblioteca del Instituto. Una vez allí, entro con la excusa de que necesito un libro urgente para la clase, luego me escabullo entre los anaqueles polvorientos, tomo un libro cualquiera-no necesariamente interesante-y me acuesto sobre la alfombra del pasillo a leer. Y así me quedo hasta que la hora finalice. Trato de no hacerlo tan seguido ya que puedo meterme en problemas.

AnDrew.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora