Después de pequeña platica con el castaño, comenzaron a compartir pequeñas miradas que se cruzaban por coincidencia. Sehun terminaba siempre sonrojado y se retaba internamente cada que pasaba.
— ¿Por qué no te animas a hablarle?
— Es que...mírala, es tan bonita con ese cabello suelto y ¡no! ¡No puedo hacerlo vistiendo este mugroso uniforme! —exclamo la chica escondiendo su rostro.
Sehun en realidad no prestaba atención a lo que sus amigos decían, él tan solo seguía con la mirada al castaño hasta que este se perdía de su vista, para luego volver a encontrarlo.
— ¿Qué opinas, Sehun? —giro su cabeza como el exorcista cuando escucho su nombre salir de los labios de su moreno amigo.
— ¿Qué? Eh, s-si...
— ¿Al menos escuchaste lo que te preguntamos? —negó— Si tanto te gusta ve y háblale. ¿Por qué tengo amigos tan cobardes?
— ¡Yah! ¡Habla quien casi moja los pantalones cuando Taemin le hablo!
El moreno se sonrojo.
Sehun rodó los ojos y se encontró con la mirada del castaño ya puesta en él, se sonrojo y el chico le regalo una de sus tantas hermosas sonrisas.
«¿Por qué tiene que ser tan lindo? ¡Agr!»
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