Abrí mis ojos de golpe, estaba en una habitación totalmente blanca, como la de mi sueño o pesadilla, no sé que era eso. A diferencia de aquella habitación, no había esa luz blanca que dolía en los ojos, pude abrirlos perfectamente. A mi alrededor había un armario blanco también, y una mesita de noche.
¿Dónde estoy? Me preguntaba a mí misma. No recordaba nada, intenté forzar mi memoria, pero lo único que conseguía era dolor de cabeza.
De repente se abrió una puerta, como aquel extraño sueño, pero esta vez no era ninguna luz, era una mujer joven, se acercó y empezó a hablar conmigo.
-¿Ya te despertaste?-preguntó como si no me viera con los ojos abiertos - ya era hora.
+¿Quién eres? ¿Y donde estoy?
-Soy la enfermera, si estás bien, la policía quiere hacerte un par de preguntas, ¿estás preparada?
+¿Policía? ¿Pero por qué?
-Eso ya te lo dirán ellos, les diré que pasen. Si necesitas cualquier cosa apreta al botón que tienes en la pared de detrás.Sin dejarme contestar se dio la vuelta y salió por aquella puerta.
En cuestión de unos minutos que pasaron como horas, entraron dos chicos jovenes por esa puerta, vestidos con el traje de policía.
Se acercaron y empezaron a hacerme un cuestionario.
-¿Cómo te llamas?
+Me llamo...eh..mi nombre es...-me quedé intentando a que me salga mi nombre pero no podía.
-¿No recuerdas tu nombre?-Preguntó el policía sorprendido.
+No sé, no sé quién soy ni donde estoy ni que hago aquí.-David, llama a la doctora ahora mismo.
El tal David se dio la vuelta y desapareció por esa puerta. El otro policía me miraba fijamente, como si quisiera decirme algo pero no podía. De repente entró la doctora y David.
~Dime señor policía,¿que ocurre?
-¿Por qué no avisaste de que podría perder la memoria?
~¿Perder la memoria? ¿qué dices? No puede ser, el golpe no era tan fuerte como para llegar al cerebro.
+A ver por favoooor! ¿Alguien puede decir me que es lo que ocurre, que me pasó y que hago aqui?-Grité sin darme cuenta, no soportaba verlos hablar de mí, si ni si quiera yo sé que me pasó.Continuará....
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Dale tiempo al tiempo. -Dijo él.
RomansaA veces piensas en que nadie vale la pena, nadie podrá hacerte sentir lo que realmente quieres sentir. Piensas que ya no se puede confiar en nadie, que todos algún dia te darán de espalda y te dejarán sola, ahogada en tus llantos sin salida ninguna...