Aunque quería rendirme ante la voluntad de mis pesados párpados y los deseos de cerrar los ojos y nunca despertar, no me lo permitía... Aunque me retorciera de dolor iba a dejar que mi cuerpo cerrará mis ojos por mí, si yo lo hacía entonces para mí sería suicidio y esa es una forma muy cobarde de escapar de la realidad, dije que pelearía hasta el último segundo, hasta el último.
En ese momento en el que todo parecía oscurecerse alguien abrió la puerta y se arrodilló ante mi, con cuidado me levantó y me sacó de allí. Mis pupilas, las cuales ya no reaccionaban mucho lograron hacer algo. Abrí más los ojos mientras escuchaba su corazón en mi oído, su calor humano le devolvieron a mi cuerpo las ganas de temblar, pero como estaba demasiado débil aunque quisiera no podía hacer mas reacción que aquella. Después de eso, me rendí ante el calor corporal de aquella persona y cerré mis ojos... En un lugar lleno de terroristas supongo que pensarían que ya estaba muerta, así que me enterrarían o terminaban de matarme o dejarme morir, pero no me importó, pues había sentido el calor humano almenos una última vez...
Abrí los ojos en una cama, parecía un cuarto de hotel, mire hacia arriba y recordé todo... Haciéndome la pregunta "¿Por qué sigo viva?".
—
Intenté levantarme pero solo tenía pensamiento para ello. Tenía tan pocas fuerzas que mi cuerpo no me respondía para nada, apenas y podía mover la mirada... Respiré del aire con profundidad, sentí mis pulmones y mi corazón trabajar, sentía cada célula de mi moverse fríamente débil... Se sentía irreal.
Se abrió la puerta y una señora entró, de apariencia a unos 32 años, con un cabello marrón corto casi de color negro y con ojos profundamente oscuros... Se sentó en la silla a mi lado y me miró, vio que había despertado y me sonrió.
Débilmente di vuelta a mi mirada y la dirigí hacia ella, quien me pregunto "¿como estás?".
¿Como creía que estaba? Casi muero desangrada, claro que estoy perfectamente bien.
Mientras pensaba eso aparte mi mirada de ella, quien al principio no pareció reaccionar, pero luego me dijo "Entiendo que no quieras hablar, has pasado por mucho, Gema". Yo guarde silencio, no quería hablar para nada, no sabía siquiera que demonios pensar... Sentía tantas cosas en mi interior y a la vez una paz vacía y sin sentido, es horrible y extraño.
Ella se quedó mirándome mientras parecía tener pena en su expresión, el sentimiento que yo mas odiaba, despreciando mi fuerza... aunque no tuviera.
Al momento entro el tal "Athan" por la puerta, se veía malhumorado, seguro quería que muriera allí, que mala suerte para él, ahora tenía posibilidades de hacerle la vida un infierno. –Elizabeth, ¿Qué estás haciendo con eso?– dijo al referirse a mi. –¿Qué querías? no iba a dejarla morir allí, animal salvaje– dijo con molestia, él la tomo bruscamente por el brazo y la levantó de la silla –¿Sabes cuanto llevo esperándote? Un día de estos te morirás por idiota– decía entre dientes. Nunca sentí tanto odio hervir rápido en mi sistema... Mi piel se erizó y mi corazón latió fuerte, mientras tenía una mirada asesina fija hacia el, era un mal nacido. No me sorprende que mi sofocante mirada llegara a ser sentida por el, el cual me la devolvió diciendo, –¿Y tu que me miras mocosa insolente? tenías que haber muerto de una vez– mientras entre dientes hablaba me tomo por mi rostro y me levanto un poco, no dejaba de tener esa fulminante mirada hacia el, no podía tener mas sed de su sangre, sabrá quién cuantas personas a maltratado, cuantas vidas a quitado, personas como el deben pudrirse vivos. Me soltó bruscamente lastimándome, y luego salió de la habitación muy molesto.
Aunque yo no aceptara que la ira y la venganza fueran sentimientos que podría abarcar, de cierta forma lo volví mi motivación para comenzarlo todo, y me aseguraría de que se pudriera en el infierno quien deba pudrirse, en especial esa basura de la humanidad llamada Athan.
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El Cartel Rojo: "Terrorista"
Action"Cuando los límites de tu interior se pierden. Cuando tu vida depende de un simple suspiro creado por ti mismo. Cuando estas solo y nadie siquiera te puede entender. Ahí es cuando despiertas esa bestia sin control que solo quiere hacer el bien si...