Cap. 12 A escondidas

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  Había pasado el tiempo, me seguía viendo a escondidas con Kevin. Me decía que Gwen y Dylan le estaban ayudando con el auto para demostrarle a mi padre que puede estar conmigo.

—Me duele la cabeza de tanto aprendérmela partes de autos, también por las practicas

—Descansa, amor. Mi papá no llegara hasta muy noche y Dylan anda con tu hermana

—Esta bien —me dio un beso en la frente y se recostó en mi regazo—. Sabes me dicen ellos que soy algo malo y lento —reí.

—Bueno es que no te ha enseñado la maestra —sonreí de lado.

—Eso es verdad —con una mirada coqueta. ¡Esa expresión! Sentía que me derretía —. Quisiera que me enseñara esa profesora

—Ah, ¿sí?

—Si...—se levanto mirándome a los ojos tan cerca que sentía su respiración. En ese momento solo se acerco a besarme tan intensamente. Era un buen besador, sus labios eran dulces y suaves que juraba que estaba en el mismo cielo. Tenia un cosquilleo en la parte de mi abdomen, un poco mas abajo.

Kevin puso su mano derecha en mi nuca haciendo que el beso fuera mas profundo. Abrí un poco la boca y su lengua abrió paso en ella, las nuestras tenían una guerra aunque al principio se tocaron tímidas ahora si que estaban en un gran enredo. Puse mis manos en sus hombros y el los suyos en mi rostro. Fue acostándome en la cama, la verdad que esta vez si me sentía un poco mas tímida porque era mi primera vez o eso estaba creyendo hasta que paro. Estábamos jadeando de no poder respirar, tan agitados que ni hablar podíamos.

—Aun...no TN, quiero que esto...sea especial -jadeaba y me sonrió. Le asentí porque enserio ya estaba de los nervios así aunque si quiera pero pensaba que en cualquier momento podrían encontrarnos juntos—. Esa es mi chica, ahora solo amm...

—Si quieres podemos practicar lo del auto

—Pero no puedes caminar del todo aún

—¿Quién dijo que caminaría? Kevin son autos no me iré a pie —solté una carcajada—. Además ya solo me falta poco para dejar las muletas

—Eso es lo mejor. Aunque tus consultas y rehabilitaciones eran unas buenas excusas para vernos

—También nos veremos mañana en la noche. Papá quiere hacer una cena con los Woo, creo por la celebración de Dylan

—Entonces sin duda será una buena excusa para estar cerca

—Igual te veré todas las mañanas

—Si, lindura —me dio varios besos. Kevin siempre era tan tierno. No mostraba nada malo, lo conocía mejor. Atento, cariñoso, otras veces celoso porque Baro me besaba a propósito frente a él, gruñón solo a veces y muy divertido—. Entonces vamos

—Ok, me llevare a Campeón

—Mi perro favorito, esta bien. Por cierto ahhhh —se sacudió un poco hasta que Rayo salio de su camisa y Kevin palideció —. Tu rata siempre me mete sustos de muerte, creí que ya no lo tenias

—Aun vive, desde esa vez que le diste el susto en la casa vecina te ha extrañado —me burle.

—Bueno yo lo extrañe a distancia

—Es un hámster no una rata así que no debes temer, ¿porque le tienes miedo a las ratas? —acariciaba a Rayo entre mis manos. Kevin se removió incomodo en la cama cuando ya estaba sentado.

—Hace años...es vergonzoso mejor otro día

—Dilo Woo Sung Hyun

—Ok, ok. Es que...cuando tenia 4 años estaba jugando en el sótano. Me pareció buena idea ya que era grande y pues...mi pelota se había ido ahí —se rasco la cabeza nervioso—. ¿Estas segura que quieres que te diga?

My reason # 2 Quit playing Donde viven las historias. Descúbrelo ahora