Lo conocí por su voz; no había pasado mucho desde que inicio el semestre, yo acababa de entrar a la preparatoria. Caminaba a la escuela pues se encontraba cerca de mi casa, al llegar a un parque que estaba a medio camino, lo escuche, era una voz entonada y cantaba una melodía pegajosa me acerque y lo mire por detrás de unos árboles, era un chico alto de cabello azabache con el uniforme de mi escuela; parecía distraído con algo, luego se giró a mi dirección y me escondí para luego salir corriendo a la escuela esperando que no me hubiera visto.
Pasó un mes aproximadamente y todos los días pasaba por ese parque para escucharlo una vez más. Solo sabía que era un año mayor que yo y que estudiaba en la misma escuela que yo, pero desconocía su nombre, aun así sentía algo por él no sabía si era amor o algo así pero era un hecho que algo sentía por él. Un día al pasar por el parque para escuchar su canción tan pegadiza sin darme cuenta ya la estaba cantando con él, me callé en cuanto me percate de ello, no sabía si él lo había notado o no pero me fui a la escuela como de costumbre.
Al día siguiente, cuando llegue al parque, se me hizo raro no escuchar esa voz que tanto me gustaba, así que me asome por entre los arboles pero n lo veía.
-¿a quién buscas?- me dijo una voz a mis espaldas, lo que causo que diera un brinco del susto. Al girarme me di cuenta que era él.
-t-t-tu!- fue lo primero que pude decir.
-yo- respondió-¿a quién buscas?-pregunto nuevamente.
-a...pues...mi arete ¡sí!, si me cayo y lo buscaba- respondí nerviosamente.
-pero traes los dos aretes puestos- me dijo.
-si pero...- no sabía que responder y los nervios me delataban.
-¿pero...?- él se acercaba a mi cuando de pronto, me beso ¡me beso!
-¿eh?¿yo?¿pues?- no sabía qué hacer, mis mejillas ardían, quería que la tierra me tragara
-¿porque?- fue lo único que pude pronunciar entendiblemente.
-¿crees que no me daba cuenta cuando me veías en la escuela?- dijo -¿ o cuando venias caminando del otro lado del parque escondiéndote detrás de los arboles?-
-eh pu-pues- trataba de responder o poner un pretexto pero él me había sorprendido y no podía pronunciar una sola palabra.
-me gustas- Me interrumpió- ya también te observaba y también sabía que tú lo hacías, pero al parecer yo fui más discreto-
-...- me había dejado sin palabras; el chico que me gustaba me acababa de decir que sentía lo mismo por mí. Reuní todo el valor que pude para responder –tú también me gustas-
El me volvió a besar y luego fuimos juntos a la escuela; después de eso ese se volvió mi parque favorito.
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one-shots de una chica enamorada
Romanceeste es un libro donde publicare one shots que son narrados por varias chicas y sus historias de amor espero que les guste