8. Querido fantasma

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Querido Levi:

Jueves 26, 05.

Últimamente los días han estado demasiado soleados. Yo odio el calor, porque en los días soleados el sol pega directo en tu rostro, te hace sudar y es completamente incomodo. Prefiero los días nublados, siempre he pensado que son más bellos que los días soleados. Ha pasado casi un año desde la última vez que nos volvimos a ver, está bien, fue una decisión que tomé por mi cuenta desde aquella vez que te vi sosteniendo la mano de aquel chico rubio. Parecías feliz y una parte de mí también se alegró...

Sin embargo, no por eso dejaba de doler, en absoluto.

Dolía porque en realidad jamás te tuve, nunca tuve esa oportunidad de luchar por tu amor, porque había llegado a tu vida demasiado tarde. No eras mío y aún el dolor en mi pecho se sentía tan asquerosamente fuerte, tan vívido como si hubiéramos tenido algo más allá de mi desordenada imaginación. Como si me hubieran quitado algo que siempre fue mío, pero con nosotros no era así porque seguramente yo para ti sólo era el chico que compartía miradas rápidas contigo, un conocido sin relevancia, ni importancia. Ya era un completo suplicio observarte a la distancia y sentirme frustrado de que mi cobardía no me dejara caminar hasta a ti, pero verte con alguien más fue algo que no pude soportar.

Ya no valía la pena seguir aquella rutina de ir a tu encuentro sólo para revivir una y otra vez esta necesitada obsesión de ti; ya no valía la pena derretirme en aquellos hipnóticos ojos color tormenta, porque a pesar de que tuve la fortuna de que me miraran más que sólo un par de veces, no me pertenecían. Pues aquellas fugaces miradas que me obsequiaban era puramente por la costumbre y quizá, por cortesía.

De nada servía esconderme entre las sombras mientras miraba aquellos labios tan tuyos y me preguntaba el cómo sería besarlos, probarlos, porque esos labios ya tenían un dueño que tenía permitido besarlos hasta que estos se desgastaran. Privilegio que yo nunca habría de tener.

Ya no era necesario arrastrar conmigo a Mikasa y Armin hasta el parque, la dulcería, o a cualquier sitio en el que pensaba que podías estar, por la sencilla razón de mirarte un poco más y darte aquellas miradas disimuladas, porque ya había alguien que te miraba de la misma forma, mucho antes de queyo pudiera poner mis ojos en ti.

Sobre todo, ya no hacía falta llenar mi cabeza de fantasiosos escenarios en donde íbamos tomados de la mano, paseando por las ajetreadas calles mientras tú recargabas ligeramente tu cuerpo sobre mi costado. No tenía sentido, ya no. Decidí guardar todas esas fantasías, falsas ilusiones y sueños en una cajita de madera, cerrarla bajo llave y después botar está misma llave al mar. Aunque a veces, ciertamente, alguno que otro sueño lograba escapar por entre los huecos de madera para volver a recordarme el vacío que ha quedado en mí desde que no te he vuelto a ver.

Ahora sólo eres un recuerdo en el paisaje de la memoria, uno que poco a poco se va haciendo borroso y lejano, mi cabeza comienza a aceptarlo poco a poco. Sin embargo, mi corazón se empecina en traerme recuerdos de aquellos ojos tan grises, tan tuyos. Y es ahí cuando vuelvo a preguntarme lo que habrá sido de ti...

Es ahí cuando no puedo evitar preguntarme, "¿se acordara de mí?", pues... me gusta pensar que de alguna manera, a veces te has preguntado por mí.

Muchas veces Armin y Mikasa intentaban persuadirme de salir en las horas libres al parque, o a caminar por los alrededores, pero yo siempre contestaba que prefería quedarme en los cúbiculos a adelantar trabajos. Esta no era otra cosa más que un pretexto para evitar encontrarme contigo. Ellos nunca preguntaron el por qué ya no quería acercarme ni por error a ese parque cuando antes solía ser yo el que los convencía de ir, era algo que les agradecía profundamente, no quería que supieran que había perdido la guerra sin antes haber tenido una oportunidad de atacar territorio enemigo.

Un año se dice fácil y cualquier otra persona en mi situación habría superado, olvidado y se habría fijado en alguien más, pero parece ser que mi caso es un poco distinto, porque aquella vez nos miramos y supe que eras algo más fuerte que una cara bonita y pura atracción sin sentido, eras... eras como mi alma gemela destinada para mí de milenios atrás, al menos así lo sentí.

Quiero decirte que ya no te pienso como solía hacerlo antes, pero entonces veo algo que me recuerda a ti y otra vez mi cabeza se vuelve a llenar de ti y tus ojos. Veía el cielo nublado de otoño y a mi mente venían tus preciosos ojos. Veía aquellos bombones cubiertos de chocolate y recordaba aquella extraña manía que tenías por comprarlos únicamente en días nublados.

Irremediablemente estabas en todos los lugares, en las librerías, en las tardes lluviosas, en el café matutino de mi madre y en todas las canciones románticas que sonaban en la radio. Y supe que estaba jodido cuando yo mismo te buscaba en todos los lugares a los que iba. Supe que seguía jodido cuando me di cuenta que de vez en cuando... te extrañaba un poco más de lo usual.

¡Oh, querido Levi! Pienso que seguiré jodido por un largo tiempo, pues el insistente fantasma de tu recuerdo me dice que debería salir a buscarte.

Con cariño, la mirada que se perdió buscándote en la luna, E. J

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All the love, Dragón. 🐉🌹

Querido Levi; EreriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora