Por fin, mi primer día de clase. Madre mía, estaba nerviosísima. Solo quería caerle bien a la gente.
Llegue al instituto. Me acogieron bien, los profesores. Me dieron un papel con todas las asignaturas y los profesores que tenía. Llegue a mi clase. No podía ser. Los niños que vi en la calle, ¡estaban en mi clase! Que fuerte.
Bueno, dio la casualidad que en cuanto acabe de presentarme, sonó el timbre del patio. En el patio. Estuve sola. Lo normal del primer día.
En mi clase había mucha gente, diferente. Eso me encantó, no se veían malos chicos la verdad, pero todavía no había un chico que me quitara a él de la cabeza...
