Abrí mis ojos lentamente aunque los cerré inmediatamente por aquella luz que me molestaba, puse mi mano para tapar la luz: Respire profundo aunque, espera un momento ¿yo respiré? Es decir, estaba muerta ¿cómo es que yo puedo hacer eso?
Los muertos no respiran ¿o sí? Me incorporé rápido de donde estaba, miré mis muñecas: Tenían vendas ¿por qué? Maldición, puse una mano en mi cabeza, me dolía demasiado. Escuché pasos haciendo que sólo me alarmara, mire rápidamente a los lados donde tomé lo primero que encontré: Unas tijeras.
La puerta se abrió lentamente haciendo que me levantara, mis piernas temblaron haciendo que apoyará mi mano en la cama extraña de metal, miré aquel demonio entrar con un libro en sus manos, lo apunté con las tijeras mientras pasaba saliva.
—Zalgo.— Murmuré mientras apretaba más las tijeras, me miró serio: Caminó como si no estuviera apuntó de lanzarle el objeto filoso, puso el libro en una mesa y me miró otra vez. Se acercó donde sólo sentí mis manos temblar.— ¡Aléjate, o sino, te haré daño!
—¡Ja! ¿Dañarme? Qué tonta.— Se burló de mí mientras me quitaba las tijeras, fruncí el ceño y le lancé un golpe pero este no tuvo demasiada fuerza, volvió a reír.— ¿Atacas al demonio que te trajo desde los muertos?
—¿Por qué?.— Arqueé una ceja mientras lo miraba fijamente, sentía tanta curiosidad: Zalgo rodó los ojos sin darle importancia a mi pregunta pero aún así, me contestó.
—Sé que eres especial, niña. Te traje de nuevo a la vida para dos cosas.— Me miró serio pero yo aún sé que Zalgo es el malvado aquí.— Una: Para que veas de nuevo a tu padre y dos: Para que me obedezcas ¿sabes qué quiero?
—¿Quieres ver gente torturada?.— Pregunté haciendo que Zalgo asintiera mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro, hice una mueca.— Déjame ir entonces.
Chasqueo sus dedos, un portal se abrió: Lo miré y después a Zalgo, movió la cabeza mientras apuntaba el portal, salté a este donde sólo caí de cara al piso, me quejé. Maldita sea, miré al rededor: Bosque.
Me levanté y empecé a caminar, miré una nota en un árbol: Slenderman, la tomé y seguí mi camino ¿a dónde iba? Pues, no lo sé, sólo caminaba y ya. Sentí que alguien más estaba conmigo, giré mi cabeza donde no vi a nadie así que miré al frente haciendo que me sobresaltara y diera un paso atrás, levanté mi cabeza para mirar aquel larguirucho de traje. Sus tentáculos aparecieron donde estos me atacaron, los esquivé, no sé cómo pero, lo hice.
Empecé a correr mientras apretaba la nota y Slenderman me seguía: Uno de sus tentáculos me tomó de la cintura donde me empezó a apretar, me quejé y miré a aquel fideo sin cara.
—¡Slenderman, soy yo!.— Jadeé mientras que sentía como el aire me hacía falta, Slenderman me soltó de repente haciendo que cayera. El golpe me dolió haciendo que me quedara quieta por unos momentos.— Idiota.
Susurré mientras que ponía mi mano en mi brazo, ya no recordaba que era el dolor. Decidí levantarme, miré a Slenderman donde sólo este parecía estar viéndome, se acercó y se agachó un poco, me daba escalofríos.
—¿Cómo es que estás con vida?.— Habló y sólo sentí como mi cuerpo se ponía tenso, me encogí de hombros. Se puso normal y se teletransportó, miré a los lados y gruñí, caminé mientras que veía cada punto del bosque.
Vi a lo lejos una casa, corrí a esta donde me di cuenta de algunas personas, creepypastas: Las miradas de aquellos Creepypastas se pusieron en mi, unos sacaron sus cuchillos mientras gruñían y corrieron hacia mí donde abrí los ojos como platos: Maldita sea, de nuevo a correr, empecé a correr lejos de ellos. Jadeé mientras me detenía en algunos lugares.
—¡Te tengo!.— Una voz femenina me hizo mirar atrás, una chica de sudadera morada lanzó su ataque, lo esquivé. Gruñó y lanzó el segundo, seguí esquivando, al tercero tome su muñeca y le quité rápidamente el cuchillo haciendo que la chica tuviera una cara de sorpresa.
La empujé un poco para que ella fuera pasos hacia atrás, aproveché y corrí hacia la casa pero un chico de googles se puso enfrente de mi, no me detuve sólo seguí corriendo, me lancé al suelo donde pase por debajo de sus piernas. Giró a verme algo asombrado, esquivé a todos sin recibir daño hasta que ese chico apareció: Sudadera blanca, pantalones negros y tenis del mismo color se interpuso entre la entrada y yo.
Me sonrió donde aquellas cortadas en sus mejillas se expandían, lanzó su ataque: Esquivé pero de la nada, él hizo un corte en mi mejilla, pase mi mano por esta para después mirarlo, segundo ataque, cortada en el estómago.
Tercer ataque, herida en brazo derecho. Sólo trataba de esquivarlo pero sólo no podía, apreté aún el cuchillo que le había quitado a la chica donde hice un movimiento rápido haciendo que cortara un poco su sudadera, cuando vi que se movió para atacarme, aproveché rápido y corrí a la entrada mientras él me seguía. Al entrar, corrí por dónde estaría aquel sofá, miré a una pequeña niña de vestido rosa y de cabello café claro, sus ojos eran verdes.
—Sally.— La miré hasta que el ataque del chico fue directo a Sally pues yo estaba cerca de ella, la jalé rápido esquivándolo. Abracé a Sally mientras sentía como algunas heridas se hacían en mi espalda hasta el punto que sentí como clavaban un cuchillo en mi estómago, me quejé.— Mierda, duele.
—(T/N).— Susurró Sally mientas que me abrazaba, algunas lágrimas salieron de sus ojos donde sonreí un poco, la herida dolía más y más hasta que deje a Sally en el suelo, mire al chico donde fruncí el ceño: Cubrí la herida con mi mano haciendo que está se manchara de sangre.
—Eres fuerte.— Su voz era ronca, sonreí un poco y sólo baje la mirada, no dije nada solo esperé a que él me apuñalara, no hizo nada. Lo miré haciendo que él solamente me mirara fijamente, parecía estudiar mi rostro.— Estarás muerta.
—Ya lo he estado antes.— Murmuré donde sólo corrí a otro lado en busca del fideo, los pasos acelerados del chico me hacían fruncir el ceño, subí las escaleras donde de repente me giré rápido y lo empujé con mi pie, este cayó donde se quejó, me miró con odio y se levantó para seguir.— Nunca te rindes, Jeff.
Se quedó quieto unos minutos mientras apretaba el mango del cuchillo ¿nadie se acordaba de mí? Parece que tengo que volver a hacer mi vida desde cero, reí por mis adentros: No va a ser fácil.

ESTÁS LEYENDO
La hija de Jeff The Killer »tercera temporada.«
Fanfic¿Dónde estás? Aquella luz molestaba tus ojos, pusiste tus manos enfrente de estos haciendo un poco de sombra. Tomaste aire, un momento ¿tomaste aire? ¿Estás viva? Te levantaste rápido de dónde estabas acostada, miraste a los lados: Una casa, pero ¿q...