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Erik le paso las llaves de su casa a Louis.

-Y recuerda Louis, ____ tiene prohibidas las salidas, la televisión o el computador por un mes.- le dijo Erik, mientras se subía al auto junto con su esposa.

-No te preocupes, Erik, yo cuidare de ella.- y de qué forma, pensó.

-Gracias por cuidar a ___ por nosotros, no sé qué haríamos sin ti Louis.- dijo Lottie a su lado.- espero que no te aburra estar mucho tiempo con ella.- río.

Louis se unió a sus risas. "Si tan solo supieras las cosas que tengo pensado hacer con ella" pensó.

-¡Adiós, que disfruten de sus vacaciones!.- se despidió Louis, mientras agitaba su mano en el aire.

Cuando al fin los vio desaparecer, se giró y entró a la casa. Sonrío perversamente cuando la vio ahí sentada en el sillón viendo televisión. A la mujer que sus ojos tanto ansiaban ver.

-¿Ya se fueron Lottie y papá?- pregunto ___ en cuanto notó su presencia.

-Si.- dijo sentándose a un lado de ella y quitándole el control. Apagó el televisor.

-¡Ey, dame eso!

-Te recuerdo que estas castigada ____, y mientras tu papá y tu madrastra no estén estas bajo mi responsabilidad.- Dios, cuanto le gustaba decir esas palabras.

-Pero, tío... si quieres podemos hacer un trato, ¿Eh?

Louis alzo una ceja, interesado.

-¿Y que clase de trato?

-No lo sé, mmh.- pensó.- yo te puedo ayudar en lo que quieras, a cambio que me dejes ver la televisión. ¿Vale?

Louis suspiro pesadamente. Ella podría ayudarlo con muchas cosas y de muchas maneras. Sacudió la cabeza ante los pensamientos lujuriosos que se formaban en su mente.

-Está bien.- sonrío.- acepto tu propuesta.

-Vale, estupendo. ¿Qué quieres que haga?

Louis miro descaradamente su escote, el cual dejaba ver la curva de sus pechos. Madre mía, había fantaseado tanto con esos pechos, que estaba seguro que iba hacer sus sueños realidad. Él la vio crecer y ahora su cuerpo estaba listo y preparado para recibirlo. Sabía que era una locura querer acostarse con su sobrina con apenas 17 años pero ella ya había madurado lo suficiente y él ya la había esperado demasiado. Tan inocente, tan virginal, con un aire sexual que era inevitable no sentir... no importaba las consecuencias la reclamaría suya en su cuerpo, corazón y alma.

Ninguna mujer lo había exitado tanto en sus 22 años.

___ se fijó en la dirección de sus ojos y se movió incomoda en el sillón. Pero Louis no se avergonzó en lo más mínimo.

Era la hora de la acción.

-Quítate la camisa.

___ palideció.

-¿Qué?

-Quítate la camisa.- repitió. Apretó los dientes.- ahora.

___ se levantó con la intención de corres a su cuarto, pero Louis la alcanzo, jalándola del brazo y pegándola hacia la pared. Beso su cuello bruscamente, chupando, lamiendo y besando. Joder, estaba duro y necesitaba follar. ___ tembló en sus brazos.

-No sabes cuantas veces soñé con esto, ___.- susurro él mordiéndole el lóbulo de la oreja.- no sabes cuantas veces me he masturbado pensando que eran tú la que tocaba mi polla....- su voz sonó más ronca. Sus ojos se oscurecieron.- quiero follarte bien duro...

___ se estremeció ante esas palabras tan sucias. Y se alarmo aún más cuando sintió las manos de su tío dentro de su blusa. ¿En verdad o la iba a violar? Intento separarse de él empujándolo, pero Louis no la dejó.

Quien iba a imaginar, que su tío favorito iba a convertirse en... un tío sucio.

Un tío sucioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora