Un tío sucio

#6

-Mmh... Sabía que te gustaría.- le dijo Louis coqueto.

___ río.

-Me alegra haber... perdido mi virginidad contigo.- dijo haciendo figuras abstractas con su dedo índice en su torso.- ahora mismo deseo que seas el primero y el último.

Louis sintió su corazón latir rápidamente por la emoción.

-Yo también deseo eso, cariño- dijo, acariciando su labio inferior con el dedo pulgar, y luego devorarla con un beso intenso.

Se levantaron de la cama y se bañaron juntos. Y de qué manera... las constantes caricias que brindaba Louis en el desnudo y mojado cuerpo de ___ hacía que bañarse fuese aún más interesante y excitante. Después de un rato de diversión, salieron, se vistieron y bajaron al primer piso para preparar el almuerzo ya que era demasiado tarde como para desayunar. Mientras ___ cortaba unos vegetales, el teléfono de la sala sonó y Louis fue a contestar. Después de un tiempo él se le acercó y le paso el teléfono.

-Es tu papá, quiere hablar contigo.- le dijo Louis.

___ cogió el teléfono y corrió hacia las escaleras subiendo. Louis observó el excitante movimiento que hacían sus muslos al subir cada uno de los peldaños, perdiéndose en la vista de su hermoso culo. Pestaño cuando la vio desaparecer y trato de concentrarse en la cocina.

Solo entonces cuando ___ entró en su cuarto se atrevió a contestar.

-Hola, papá.- hablé ella, con cierto nerviosismo en su voz. Dios, le helaba la sangre con tan solo hablar con él.

-Hija, ¿Cómo estás?.- pregunto él, tan tosco y frío como siempre. ___ sabía que en lo más profundo de su corazón solo fingía preocuparse por ella.

-Bien.

-¿Has estado estudiando?.- preguntó, como si estudiar 3 horas diarias no fuera suficiente.

-Sí, papá.- dijo, con un leve temblor en la voz.- ¿Aun sigues enojado?.

-Sí, y lo seguiré estando hasta que subas tus calificaciones.- su voz era firme. ___ sintió como algo en su interior se rompía.- recuerda que tienes que hacerle caso a todo lo que te diga Louis. No quiero más problemas sobre ti después.

-Sí, papá.- repito. Si hablaba más su voz se quebraría.

-Bueno, si no tienes nada más que decirme me voy.

-Papá.- lo llamo ___ antes de que colgara.

-¿Qué?

-Te quiero.

-Yo igual.- y colgó.

___ apretó los labios, en un intento por no llorar y bajó el teléfono de su oído. El ser rechazaba por su parte la hería, era como si fuese una vergüenza para él ser su hija. No le importaba que su padre le haya castigado un mes por sus bajas calificaciones, si no le dolía que la tratara como una basura. Hasta su madrastra la trataba mejor que él.

Sacudió su cabeza tratando de alejar esos malos pensamientos y se levantó de la cama, prometiéndose a sí misma ser una mejor hija para que su padre se enorgulleciera de ello... un sueño por el cual ha estado anhelando y hasta el día de hoy no ha logrado conseguir.