"Conociendo Más"

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—¿Qué es lo que haces Kuroo-san? —Tsukishima se asoma por sobre el hombro del mayor posando sus ojos en la pantalla de la computadora portátil que tiene en su regazo —. Um, ¿ese no es el chico de ayer?

—Así es —responde sin dejar de mover el cursor por la página previamente abierta la cual muestra el articulo de una revista deportiva, en ella se ponía toda la información de Midorima Shintaro, desde su estadía en Teiko hasta su actual Shutoku —. Vaya que sí es un chico prodigioso —murmura fascinado.

Tsukishima frunce el ceño

—¿Y Kuroo-san qué tiene qué estar buscando información de ese chico? —No lo admitiría, pero realmente se encontraba celoso.

—Bueno, tenía curiosidad. Me había dicho que era un buenazo en el baloncesto y quería saber qué tanto. Mira, su mejor época fue en la escuela media, junto al equipo de Teiko, todos ellos fueron considerados "La Generación de los Milagros"; desde que se hicieron un equipo le patearon el trasero a todos sus oponentes. Ganaron un montón de campeonatos y salieron invictos. Eso hasta que entraron a preparatoria —cuenta mostrándole el artículo, deteniéndose en los párrafos importantes y en las fotografías.

Tsukishima también se queda sorprendido, ¿de verdad existía aquello? Su pasión siempre ha sido el voleibol y aunque consideró cambiar de deporte jamás se había enterado de aquella historia; tal vez la había escuchado, pero decidió no tomarle importancia.

—¡Wah! Así que tirador de media cancha. ¿Qué tan impresionantes serán sus tiros?

Se detiene en uno de los tantos videos y selecciona la opción de 'reproducir'. Ambos miran atentos, soltando una que otra exclamación de asombro al verle encestar y más aún presenciando a aquellos monstruos que fueran sus compañeros en aquel tiempo. Vaya si eran todos unos prodigios del baloncesto.

Kuroo se pregunta si ese chico puede practicar otro deporte, como el voleibol, ¿será igual de bueno? ¿Podrá ser un digno oponente? Con una sonrisa cierra la página y hace a un lado la computadora.

—Muy bien, hora de dormir —anuncia girándose hacia Tsukki quien le recibe con los labios abiertos.

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—¿Kuroo Tetsurou? No he escuchado hablar de él —mira al cielo dejando la cucharita del helado sobre sus labios, indagando en su memoria por si algo se le ha escapado.

—¿Es alguien de primer año?

—No lo creo, parecía bastante mayor —menciona dubitativo —. Además mencionó que jugaba voleibol.

—¿Voleibol? ¿Y por qué tanto interés en un jugador de voleibol? —Cuestiona Aomine sorbiendo de su bebida.

—Huh. ¡Ah! ¡No me digas que te gustó, Midorimacchi!

Takao escupe su comida, se gira hacia su novio con gesto preocupado y comienza a reclamar.

—¡¿Es eso verdad?!

—¡Por supuesto que no! ¿Cómo me puede gustar si es alguien bastante molesto? —Se cruza de brazos y gira el rostro.

Los presentes miran a Takao al que se le han anegado los ojos en lágrimas.

—¡Shin-chan me va a cambiar por un jugador de vóley!

—¡Que no es así, cállate de una maldita vez! —Ruge molesto.

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En su vida no ha habido nada más que baloncesto, cualquier deporte le ha parecido bastante absurdo y aburrido, aunque barias veces compartieron cancha con el equipo de voleibol y coincidieron con torneos de otros deportes su único objetivo era el baloncesto, así que todo lo que no estuviese relacionado con esté, lo desechaba, entonces, ¿por qué esa mentalidad ha cambiado? ¿Por qué desde que apareció ese engreído quiere saber más tanto de él como de su deporte? ¿Qué es lo que se le hacía tan fascinante?

"De Encuentros Distraídos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora