"Extra"

440 53 8
                                    

ADVERTENCIA: Contenido sexual

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

—¡No puedo pensar! —Grita Takao al techo antes de dejar caer la cabeza al frente, de cara a la mesita baja.

Tsukishima sonríe con burla, tragándose el insulto que está a punto decirle. Diría que todos los azabaches son unos idiotas, pero la realidad es que Kuroo es bastante inteligente, aunque eso no lo quite lo vago. Suponía que algún defecto debía tener.

—Tengo hambre, ¿dónde está ese par? —Frunce el ceño al igual que Tsukishima.

Ambos se miran pensando lo mismo, ¿estaban en otro "experimento"? Si era así les cortarían el pene, no volverían a verles la cara. 'Ese par' sabrían quienes eran y que con ellos no se podía jugar.

—¿Crees que...?

—No lo dudo —interrumpe el rubio

Sin pensarlo mucho se lanzan a los labios del otro. Si sus novios pudieron experimentar con "alguien más" ¿por qué ellos no? También eran hombre y tenían derechos.

Takao acaricia el pecho del contrario por encima de la camisa hasta dar con su pezón derecho. Lo ha hecho un par de veces con Midorima y se podía decir que ya era todo un experto siento el activo; era hora de mostrar sus dotes como seme.

—Espera —le detiene Tsukishima antes de que las manos del moreno bajen hasta su cadera —. ¿Esto está bien? —Duda exaltado

Malditas punzadas de duda. No podía engañar a Kuroo, él le amaba, aunque le haya hecho lo que le hiso, no podía. Sí, tal vez sea alguien vengativo pero tampoco podía hacer algo como esto.

—N-no —niega indeciso.

Sopesan las posibilidades, experimentar con alguien más y saber las sensaciones o quedarse con la duda de qué se siente hacerlo con alguien más.

Tsukishima se tapa el rostro sonrojado, dejando que Takao le desabroche el cinturón y baje sus pantalones. Lo harían rápido antes de que lleguen sus respetivos novios.

Baja sus prendas inferiores hasta los tobillos, dejando a la vista su no tan erecto pene. Debía trabajar en eso, con su mano toma aquel miembro desconocido para él, no sentía mucho al tocarle más que vergüenza. Comienza a masajearle, apretando y yendo de arriba abajo.

—¿Está bien?

—Si-sigue... cre-creo que siento algo —murmura son despegar sus manos de su rostro.

Tragando saliva se inclina para comenzar un oral, le excitaría costase lo que costase. Cierra los ojos imaginando que aquel miembro que engulle es el de Midorima.

—¿Qué es lo que...? N-no tienes... Pa-para —se remueve incomodo, aunque estaba funcionando, el calor poco a poco le invadía, extendiéndose desde su entrepierna hasta todo su cuerpo.

Cien, estaba funcionando, Tsukishima se estaba poniendo más duro dentro de su boca, podía sentir en su lengua el pre seminal. Comienza a juguetear con su lengua, revoloteando en la punta y lamiendo desde la base hasta la cabeza. Podía escuchar los gemidos ahogados y sentir los espasmos.

De nuevo dirige su mano hasta el pecho del rubio, llegando al pezón para pellizcarlo y con la otra mano baja a su propio miembro. Sí, estaba excitando. ¿Será por estar imaginando a Midorima o porque estaba logrando darle placer a alguien más? No podía entenderlo.

—N-no... de-detente —jala de sus cabellos para quitárselo de encima —. V-voy... terminaré —avisa moviendo las piernas, tratando de que el otro se aleje.

"De Encuentros Distraídos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora