Capítulo 2: ¿Qué le pasa a Kagami?

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Kagami se encontraba teniendo una lucha interna cuando de repente oye que su móvil suena.

-Genial ¿Y ahora cómo lo hago para llegar hasta mi móvil y contestar?- Bufo molesto, ante la dificultad de la situación.

Se mordió el labio y tras unos segundos meditarlos se decidió que lo mejor sería coger carrerilla y saltar hasta la mesilla que estaba al lado de su cama.

Sería fácil coger el móvil si estuviera en su tamaño normal pero desde que era tamaño chibi cualquier pequeño obstáculo era un gran reto para el.

El móvil dejó de sonar por unos segundos, pero nuevamente empezó a sonar.

Kagami se alejó unos cuantos pasos y empezó a coger carrerilla para saltar hacia la mesilla.

Mientras corría, para coger impulso, rezaba para que su fuerza de salto aun fuera lo suficiente bueno para llegar hasta la mesilla, porque si no se daría un buen golpe contra el suelo.

Salto y por los pelos cayó al suelo, pero gracias a todos los dioses no fue así y llegó a la mesilla, aun así se golpeó al aterrizar mal.

El móvil empezó a sonar por tercera vez por lo que se apresuró en buscarlo.

Ahora el tamaño del móvil era enorme para el, por lo que se puso encima de él, y con sus pequeñitas manos desbloqueo su móvil táctil y puso la llamada a manos libres, ya que el pelirrojo no tenía otra forma de contestar.

-¿Diga?- Contestó Kagami con voz más aguda e infantil que la que siempre tenía.

-"Diablos, espero que no se den cuenta de que mi voz esté cambiada"- Pensó preocupado.

En la cancha, con la GOM...

Al oír la voz de Kagami fruncieron todos el ceño, ya que sonaba totalmente diferente ¿Acaso sería por la acústica del móvil o del lugar?

-¿Kagami-kun? ¿Eres tu?- Pregunto con el ceño fruncido, pero con su voz neutral.

-K-Kuroko, claro que soy yo ¿Q-Que pasa?- Pregunto el pelirrojo nervioso a través de la línea.

-Te noto la voz rara, ¿Seguro estas bien Kagami-kun?- Insistió el peli celeste.

-S-Si, solo es que recién me desperté, dime ¿Qué quieres?- Preguntó el tigre disimulando a través de la línea todo lo que podía sin ser descubierto, ya que no se le daba bien decir mentiras.

-...- Kuroko y los demás no estaban convencidos de lo dicho por Kagami, pero lo dejaron pasar y prosiguió explicando Tetsu- Estamos a punto de jugar los de mi antiguo equipo por lo que pensaba invitarte para que te nos unieses ¿Te apetece Kagami-kun? Luego iremos al magi- burguer a comer, ya que nos invita Kise-kun- El modelo iba a protestar, porque él no había prometido algo así, pero fue interrumpido por la voz del pelirrojo;

-Lo siento Kuroko agradezco la invitación, pero no tengo ganas de ir a jugar al basket y tampoco de comer nada, nos vemos- Se despidió Kagami y rápidamente colgó.

Kagami en su habitación se encontraba totalmente deprimido. No es que no le apeteciera ninguna de las dos cosas, es que con su tamaño no podía hacer ninguna de las dos cosas.

Mientras de vuelta con Kuroko y los demás...

Los seis miembros de la generación de los milagros se encontraban mirando como estúpidos el móvil de Kuroko...

Se quedaron en silencio durante un largo minuto, cuando de repente todos reaccionaron y soltaron un gran;

-"¿¡EEEEEHHHHHHHHHHHH!?"- Exclamaron todos a la vez atónitos provocando que espantaran a los pájaros que había cerca de ellos.

Kuroko no dudo en que hacer a continuación, por lo que rápidamente marcó otro número y se lo llevó esta vez al oído.

-Oi, Tetsu ¿A quien llamas?- Pregunto Aomine intrigado una vez salió de su impresión, pero este fue ignorado por el peli celeste.

-¿Hola? Por favor es una emergencia, Kagami-kun se esta muriendo, manden una ambulancia a esta dirección....- Empezó a contarle al otro oyente de la línea con voz seria, pero no pudo continuar, ya que Akashi cogió su móvil y colgó inmediatamente.

-¿Qué crees que hacías Tetsu? ¿Por que llamabas a la ambulancia?- Preguntó entre molesto y confundido.

-Kagami-kun nunca rechaza un partido de basket, menos si es contra un oponente fuerte, pero lo más preocupante es que no quiera comer hamburguesas, eso es muy grave, Kagami-kun debe estar al borde de la muerte- Comentó con cara de poker, pero en el cual su voz se notaba la preocupación que sentía por su actual luz.

A los cinco presentes les resbalo una gota por la cabeza.

-Kurokocchi exageras, aunque me preocupa Kagamicchi ¿Y si en verdad le a sucedido algo? ¿Y si alguien lo ha secuestrado y le han obligado a mentirnos? ¿Y si alguien lo ha drogado y le están forzando, pero con la droga no puede moverse y apenas hablar? ¿Y si le están torturando? ¿O si...?- Pero no pudo seguir haciendo suposiciones estúpidas, por el estado en pánico que se encontraba, porque sintió como unas tijeras pasaron cerca de su rostro, provocando que el rubio modelo cayera al suelo por el susto.

-Cállate Ryota, solo dices tonterías, mira lo que has provocado al decir todas esas posibilidades- Le ordenó Akashi con un aura fría y oscura, que provocó un gran temblor en el rubio por el miedo.

Kise miro a sus compañeros y vio en todos ellos como un aura deprimente, oscura y demoníaca les recorría a todos.

El rubio tragó fuertemente mientras retrocedía unos pasos de todos ellos...

Cada uno estaba sumergido en sus propios pensamientos;

-"Si alguien hizo daño a Kagachin lo aplastaré con mis manos y lo descuartizare"- Pensó un peli morado con un aura totalmente terrorífica que podría hacer temblar hasta a un demonio.

-"Más vale que Kagami este bien, si alguien a osado tocarle un solo pelo, ni Oha-Asa podrá salvarlo de una muerte lenta y dolorosa, aunque sea su día de buena suerte y tenga con él su amuleto de la suerte para ese día"- Pensó Midorima con una expresión neutral, pero el cual desprendía como los demás un aura oscura y peligrosa.

-"Estúpido Bakagami, ¿En verdad te habrá pasado algo? Si es así te juro que no me detendré hasta golpear al culpable y después enterrarlo vivo o quemarlo"- Pensó Aomine pero al contrario que los de cara de poker, este demostró un rostro que parecía a punto de matar a alguien.

-"Si alguien a hecho daño a Kagami-kun le haré pasar un infierno hasta que se muera"- Pensó el peli celeste con su expresión de Poker, pero que al igual que los demás se dejaba ver en el un aura oscura y terrorífica.

-No tiene sentido pensar en esas cosas ahora, lo mejor que podemos hacer ahora es ir a casa de Kagami, y asegurarnos de que está bien- Explicó Akashi, mientras indicaba a los demás que dejaran de pensar en tonterías y se preparan para ir a casa del pelirrojo.

A lo que todos asintieron con la cabeza rápidamente, más por la angustia, de comprobar que su pelirrojo estuviera bien, que por la orden de Seijuro.

-"Taiga, si alguien a osado hacer un mínimo rasguño juro que esa persona aparecerá muerta con miles de tijeras atravesadas por todo su cuerpo"- Pensó el emperador con expresión sombría, mientras se encaminaban en dirección al apartamento del tigre.

Una vez que llegaron al departamento de Kagami llamaron varias veces al timbre pero nadie respondía.

Pensaron que no había nadie en el departamento y estaban por irse cuando oyeron un extraño ruido dentro del departamento.

Nuevamente se miraron entre ellos y con un asentimiento de cabeza, por parte del emperador, Aomine se acercó a la puerta y dio una gran patada que derribó la puerta.

Rápidamente entraron en el departamento mientras intentaban localizar al dueño de esa vivienda...

Continuará...

Espero que os haya gustado el nuevo capítulo de esta historia :D Me gusta que haya muchos momentos cómicos, así que espero haberlo conseguido, nos vemos en el próximo capítulo, muchos besitos *3* Byee byee, os amo.

El Pulgacito RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora