El Pulgacito Rojo

Capítulo 7: De compras

Akashi junto con Kuroko, Kise y Aomine se adentraron en aquella tienda, el cual había mencionado anteriormente el pelirrojo, mientras que Midorima y Murasakibara se quedaron en la limusina cuidando del mini Kagami.

-Oh, pero si es el joven Akashi- Comentó con una sonrisa educada el que era el dueño de la tiendas, Albert cómo entraban en su tienda aquellos jóvenes, y en el cual identificó inmediatamente al joven heredero de los Akashi.

-Buenos días Teshiro-san- Saludo el emperador con educación.

-¿En qué puedo ayudarle joven Akashi?- Le preguntó el dueño con una sonrisa amable, mientras miraba al pelirrojo y a los demás chicos.

Todos los presentes miraron al peli granate, indicando con la mirada que deberían hacer ahora. Pero Akashi estaba calmado, lo que enseguida se aliviaron, ya que eso significaba que lo tenía todo controlado.

-Nos gustaría que nos realizara ropa, para un muñeco de unos 50 cm, es para una niña que cumplira los años y seguro que le encantaría la ropa que usted realice- Le halaga con una sonrisa respetuosa.

-Ara, ya veo, con gusto haré el encargo que me pedis ¿Esta bien que os haga ropa de todo tipo? O sea, tipo deportivo, formal, pijamas, etc..- Les comenta a todos los presentes.

-Eso sería perfecto, pero además tengo un encargo más, quiero que hagas esto…- le indicó Akashi, dándole un papel en la mano al dueño, dónde venían con las indicaciones de su pedido.

Teshiro al ver el pedido asintió con una sonrisa.

-Eso está hecho joven Akashi, aunque tardaré tres horas en realizarlo ¿Podéis volver en ese tiempo?- Le pregunta.   

Akashi asiente conforme.

-Ese tiempo nos vendrá perfecto, ya que tenemos que realizar otras compras y nos llevará un tiempo- Comentó el peli granate, mientras que sus acompañantes se preguntaban qué otras compras tendrían que realizar.

Una vez salieron de la tienda bombardearon a preguntas al capitán de la generación de los Milagros.

-¿¡Qué iremos a comprar Akashicchi!?- pregunta entusiasmado el modelo rubio, ya que adoraba a ir de tiendas.

-Que fastidio...- Comentó con hastío el moreno, mientras caminaban hacia la limusina -¿Que tenemos que comprar ahora?

-Eso os lo comentaré una vez estemos todos dentro de la limusina- Dictaminó Akashi con aspecto relajado.

Los tres chicos se miraron curiosas entre sí, pero no dijeron nada más.

Una vez entraron a la limusina, los otros restantes, sobre todo el mini-tigre, empezaron a hacer preguntas;

-Habéis tardado muy poco ¿Acaso no vendían?- Pregunta Kagami desde las manos de Murasakibara, envuelto con el pañuelo de Kise, las cuales le transmiten calidez y no pasaba frío.

-Todo está bien Taiga, pero tardarán en hacerlo durante unas horas, por lo que vendremos a por ello más tarde, ahora iremos a comprar otras cosas necesarias- Explicó el emperador con aire misterioso.

-¿Que cosas Aka-chin?- pregunto murasakibara intrigado e interesado, ya que intuía que tenía que ver con su pequeño dulce pelirrojo.

-Lo sabréis cuando lleguemos- Les informo de nuevo, dejandoles intrigados, mientras avisaba a su chófer por el telefonillo de la limusina, que los llevará su próximo destino, que este mismo le indicó.

De nuevo, todos iban hablando por el camino, cuando el estómago del pequeño tigres o no, como si fuera de una colilla.

El pobre se avergonzó al recibir todas las miradas de los seis presentes.