Muchas personas se dan cuenta de cómo han cambiado de la infancia a su edad actual. Incluso los niños tienen recuerdos de cuando apenas tenían uso de la razón y eso era algo que me irritaba bastante.
"Podría tratarse de amnesia" decían todos los psicólogos a los que había acudido con total tranquilidad. No parecían darse cuenta que estaban tratando con una persona sin recuerdos ni de su niñez ni de su adolescencia. Se encogían de hombros, como si fuera algo completamente normal.¿Amnesia a mi edad? No me lo creo. También sé que nunca he tenido un accidente ni un golpe en la cabeza lo suficientemente grave como para perder los recuerdos."No que tú recuerdes", me repetían los psicólogos. Parecían reprimirse la risa por la elocuencia de su chiste, de muy mal gusto en mi opinión.
Estaba cansada de ellos. Ninguno había logrado darme la confianza suficiente para llegar a una segunda sesión. Ni siquiera pedirles el número de teléfono o aceptar su tarjeta de visita. Y eso que la ausencia de recuerdos era el menor de mis problemas. Si llegaba a comentarles lo que me lleva ocurriendo desde... ¿siempre? Creo que me meterían en el manicomio.
Perdón.
¿Qué modales son estos? No debería haber empezado así a explicarme. Me llamo Holi. Sí, escrito con una "l" y sin terminar en "ie", aunque ya me doy por vencida y siempre acabo escribiendo "Hollie", pues suena igual y todo el mundo se equivoca a la hora de escribirlo. Tengo 29 años y me dedico a la medicina forense.
Lo sé, lo sé, soy un bicho raro porque que si me gusta estar con muertos o me divierte abrir personas por la mitad.
No, obviamente no me gusta eso. De hecho no creo que le guste a nadie, pero aun así pienso que alguien debe hacerlo. Además, tampoco es que haya ningún otro trabajo que me interese y me pagan bien, así que no me quejo.
De alguna manera, me atrajo por ser un trabajo tranquilo, donde solamente hay que fijarse bien en ciertas características y ver si siguen un mismo patrón. A veces te sorprende, así que no resulta repetitivo. También me gusta porque mi zona de trabajo está en silencio y puedo estar yo "sola" aunque esté trabajando para un equipo. Bueno, o eso esperas siempre. Ya sabes, si hubiera alguien moviéndose por allí que no fuera yo sí que sería preocupante, ¿verdad?
...
Bueno, no se me da muy bien tratar con los demás. Tampoco soy una antisocial ni nada de eso. Si me hablan yo respondo y a veces intento sacar temas de conversación o hacer bromas, pero creo que no es lo mismo si digo yo algo que si lo dice otra persona. No tengo esa chispa que hace que la gente quiera hablar conmigo y en realidad, creo que tampoco está tan mal. Supongo que en la Universidad me acostumbré a centrarme en estudiar y a aprobar para asegurar mi futuro laboral. Por otra parte, en el centro donde trabajo también tengo antiguos compañeros de clase como colegas de equipo. Ya sabes, ellos cogen a los malos mientras yo desempeño otro tipo de labor.
No, tampoco lo considero hacer el trabajo sucio. En el fondo son ellos los que hacen todo. Yo solamente les echo una mano. A veces incluso un hombro y hubo una vez que hasta un cráneo destrozado.
...
Tengo una conocida: Ati. Trabaja en las oficinas que están encima de la morgue. No tengo mucha confianza con ella, pero no se le ve mala persona. Algunas veces me trae chocolate de la máquina de la entrada y cuando es muy tarde y sigue trabajando yo le subo un café. No coincidimos mucho, pero hemos tenido nuestros momentos de charlar y siempre nos saludamos cuando llegamos a la vez, aunque no siempre sonriendo. Tiene la manía de mirarme de arriba abajo todos los días y tras ello se lleva las manos a la cabeza. "Un día tenemos que ir de compras tú y yo", dice. Es verdad que no tengo un gran estilo para vestir, pero tampoco voy tan mal, ¿no?
En cualquier caso, empezamos a hablar por el origen de nuestros nombres. Me pareció, por cómo sonaba, que el suyo era hindú, como el mío. O al menos de una zona cercana, pero ella me dijo que nada más lejos de la realidad. Su nombre en realidad era Atieno, que provenía de una tribu de Kenia y que significaba "nacida por la noche". Mis padres me llamaron Holi por la fiesta hindú de los colores, la cual parece coincidir con mi fecha de nacimiento.
No es que sean hindúes ni nada de eso, pero dio la casualidad de que estaban en la India de vacaciones cuando mi madre estaba embarazada y dio a luz allí. Supongo que no tenían otro nombre en mente y ese les pareció buena idea. Además, me dijeron que cuando salimos del hospital mi piel se llenó de colores por la fiesta y fue en ese momento cuando decidieron nombrarme así.
Desgraciadamente no tengo tanta relación con ellos como me gustaría. Después de mucho tiempo se volvieron a la India a vivir, mientras que yo me quedé aquí para finalizar mis estudios sin cambiar de escuela ni mis planes para el futuro. Tienen la costumbre de hacer viajes de un día para otro sin consultar con nadie. Son almas libres y todo eso.
A mí, sin embargo, no me gustan mucho los cambios. Y mucho menos tan repentinos como solían ser con ellos.
Tampoco han tenido problemas de dinero, así que mantenerme aquí no resultaba ningún impedimento para que ellos se fueran. De hecho dijeron que sería una prueba para ver cómo viviría mi independencia y cosas así, pero no soy tonta y sé que ellos querían vivir su vida y disfrutarla, así que no les culpo de nada. Si quieren ir a algún sitio, comer insectos y bailar bajo la lluvia o ir a fiestas en el desierto, que lo hagan. Podría decir sin ningún problema que la casa está muchísimo más ordenada sin ellos que cuando estaban por aquí y tengo entendido que eso suele ser al revés. O al menos eso es lo que suelo ver en las películas de dramas familiares. Con mis padres se podría hacer una película de humor absurdo, pero en realidad les quiero mucho.
La mayoría de recuerdos que tengo son de ellos, así que disculpa si me he enrollado mucho hablando sobre ello. Normalmente no parece que le dé tanta importancia como debería a la "amnesia" que mencioné antes, pero en realidad me parece demasiado extraño que solamente recuerde mi época desde un poco antes de comenzar la Universidad en adelante y apenas tenga algún recuerdo de algo que haya ocurrido con anterioridad.
No, no tengo ninguna foto de cuando era más pequeña, pero tampoco me extraña. Mis padres estaban convencidos de que las cámaras te robaban el alma. Me costó mucho hacer que entraran en razón. De hecho, el mismo día que supe que iba a ir a la universidad que quería, compré una cámara con algunos ahorros que tenía guardados porque pensé que me sería útil para algún momento de mis clases. Además de para tener recuerdos con mis padres que no fueran frascos de arena de las playas donde habíamos estado o cuadros que ellos mismos hacían, claro. Y no, los cuadros no eran especialmente realistas. A mí me decían que sí, pero que era un realismo que necesitaba imaginación.Lo que ellos digan. Yo solo veía formas de colores con distintos tipos de relieve. Y creo que cualquier persona con los pies en la tierra vería lo mismo. Sin embargo hay muchísima gente que paga grandes cantidades de dinero por sus cuadros, así que probablemente la que está mal de la cabeza soy yo y no ellos.
O quizá es, simplemente, que esos compradores ven lo mismo que yo pero les gusta la descripción que dan mis padres sobre sus obras.
Entonces sigo pensando que son ellos los que están mal de la cabeza.
Y en cambio, mírame. Aquí estoy, hablando y hablando yo sola.
Pero por primera vez me siento escuchada de verdad, así que en cierta manera me siento satisfecha. Hoy he dado un gran paso, ¿cierto? Porque me gustaría continuar con esto, pero otro día.
Hoy estoy cansada.
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Prognosis
Mystery / ThrillerSin muchos recuerdos y con una familia extraña, la vida de Holi es un tanto curiosa, al igual que ella misma. Sus pensamientos, por tanto, son dignos de escuchar.