THE KILLER ©

Capítulo #6 "El baúl de los recuerdos; Promesa"

Un día de verano, donde el viento acariciaba nuestro rostro, y blandeaba el cabello de las chicas.

 Ahora, centrada en el pasado. El cual me ha traído a uno de mis recuerdos más preciados. Liu, Jeffrey, y yo, nos encontrábamos en el patio trasero de la casa de mis padres.

Mis tíos, se encontraban en la sala, junto con mis padres, quienes trataban asuntos no tan importantes, solo charlas del trabajo y la vida diaria. De los preparativos para una cena en un restaurante ejemplar, uno de los mejores en la ciudad.


 Liu se dirigió a buscar la pelota, mientras Jeffrey jodía mi vida, de nuevo.

—Megan, no seas aguafiestas. Vamos al Bosque, a no ser que... tengas miedo. ¡Ja! ¡Ja!

 —Espera, espera Jeffrey. ¡Yo no tengo miedo!

— ¡Megan es una miedosa! — exclamó Jeffrey, mientras reía y se alejaba burlonamente.

 — ¡Claro que no soy una miedosa Jeffrey! — dije mientras lo seguía —. Está bien, te lo demostrare. Pero terminaremos en problemas.

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Eran las 11:00 pm. Observe como los tres primos se adentraban al bosque, en busca de una sola cosa; La cabaña embrujada.

 —Es extraño, y atemorizante estar a estas horas en un lugar como este — dijo Liu, quien caminaba un poco más adelante que nosotros.

—Concuerdo contigo Liu— dijo Jeffrey.


 Liu y yo lo miramos extrañados, ya que él fue el de la idea.

— ¡Pero si fue tu idea! — exclamamos al unísono Liu, y yo.

 —Lo sé, lo sé. Pero me estoy arrepintiendo. ¿Qué tal si regresamos? — dijo un poco nervioso. Estaba ocultando algo, y miro de reojo a Liu.

—Emm, sí, creo que sería mejor regresar— concordó Liu nervioso —, me adelantare chicos— dijo mientras se alejaba con la luz de la linterna.

 — ¿Qué sucede Jeffrey?

Él solo me miro, y cerró los parpados por unos segundos, como si se estuviera preparando para algo.

 —Hay algo que tengo que decirte, y precisamente este es el lugar indicado para jugarte una pequeña broma— dijo con una sonrisa maliciosa marcándose en la comisura de sus labios.

— ¿Qué?

 Se acercó de una forma rápida a mí, y sin previo aviso, sus labios rosaron los míos por unos segundos eternos.

 Se separó de mí con un movimiento rápido, mientras soltaba una risa traviesa, y emprendía una carrera por el mismo camino por el que desapareció Liu.

Salí de mi pequeño shock, al darme cuenta de que Jeffrey me había abandonado en el bosque.

 Así que corrí hasta alcanzarlo, tropezándome con unas pequeñas piedras en el camino.

— ¡Estúpido Jeffrey! ¡¿Cómo pudiste abandonarme?! — le grite en voz baja, ya que nos encontrábamos en el patio trasero de mi casa, mientras Liu trataba de pasar la cerca, y Jeffrey se encontraba soltando pequeñas carcajadas.

 —Shh... solo ven acá.

Me acerqué dudosa, pero al momento en el que él bajo la guardia, le pegue un pequeño golpe en el brazo.

 — ¡Y eso! Es por dejarme sola en medio de esa oscuridad. ¡Estúpido Jeffrey! — exclame mientras le sacaba la lengua.

Él ni se inmuto al golpe, solo siguió riendo. Estiro sus brazos, y se acercó a mí mientras me daba un abrazo.


 —Está bien Megan, te prometo que no te jugare este tipo de bromas... más seguido— soltó una risita baja en mi oído—, siempre te protegeré, te lo prometo.

Los latidos de mi corazón se aceleraban, y un pequeño rubor apareció en mis pálidas mejillas.

La imagen comenzó a distorsionarse, todo fue consumido por una oscuridad, y yo ahora, cayendo en el vacío.

El vacío de mi propia mente.